Tras más de 70 años vistiendo a los chilenos, la tradicional tienda Corona anunció el cierre definitivo de sus operaciones. Con deudas que superaban los 70 mil millones de pesos, una reestructuración fallida y el avance del comercio electrónico, la empresa no logró sostener su modelo de negocio frente a un entorno cada vez más competitivo.
En entrevista con T13, Claudio Pizarro explicó que “el cliente también se ha vuelto muy digital, por lo tanto mi propuesta de valor debe ser muy digital. La competencia está mucho más dura, la oferta china barata pasa a ser una opción, la compra directa desde plataformas transfronterizas también es una opción”. El cierre de Corona, pone en evidencia la necesidad de innovación y adaptación en un sector presionado por transformaciones tecnológicas, cambios en el comportamiento del consumidor y escenarios macroeconómicos adversos.
El cierre de esta histórica tienda no solo deja más de 1.800 personas desempleadas, sino también una marca emocional en miles de consumidores. El impacto económico y simbólico del caso exige reflexión profunda desde la academia, las políticas públicas y el sector privado, como plantea el profesor Pizarro: un nuevo retail necesita nuevas respuestas.