Últimas declaraciones en el caso La Polar: asesor advirtió del riesgo de demandas
Pablo Alcalde: «Tuvimos cerrado un acuerdo de asociación con un grupo salvadoreño para desarrollar la Polar en toda Centroamérica»
El ex presidente de La Polar Pablo Alcalde contestó preguntas presentadas por los representantes de Pablo Fuenzalida (ex gerente de informática y logística), Julián Moreno (ex gerente corporativo de productos financieros); Daniel Meszaros (ex gerente corporativo de negocios e internacional); Moneda Administradora de Fondos de Inversión y AFP Provida.
Aunque en los documentos no quedaron plasmadas las preguntas, a través de sus respuestas –algunas de las cuales fueron respondidas con «no me acuerdo» o «no lo sé»–, se infiere que éstas apuntaron principalmente a saber qué tanto sabía de las políticas de renegociación, de la cartera morosa, de la política de cobranza y de su rol como gerente general, cargo en que estuvo hasta 1999, y luego como presidente del directorio, hasta junio de este año.
La internacionalización
«El directorio me mandata para que a partir del año 2007 inicie el proceso de internacionalización de la compañía, lo cual me significó viajar intensamente a países como México, Centroamérica, específicamente en El Salvador, donde tuvimos cerrado un acuerdo de asociación con un grupo salvadoreño para desarrollar la Polar en toda Centroamérica, cosa que no se concretó porque ellos pidieron postergar esto para el año 2008», cuenta el ex ejecutivo.
Alcalde agrega que posteriormente fue muchas veces al mercado peruano para ver la posibilidad de instalarse allá, pero que por distintas razones desecharon la alternativa de Perú y se enfocaron en el mercado de Colombia.
Renegociaciones y clientes en mora
«La razón que nos dio Pablo Fuenzalida, porque estaba con Heriberto Urzúa en esa reunión, fue que a él le pareció importante comunicarme que yo estaba en un error cuando le había comunicado a la junta de accionistas que la cartera con problema era un poco más de 30%. Que después de meses de trabajar intensamente en el tema, estaba llegando a la conclusión que la cartera era de un volumen mayor a eso».
«No pedí información específica de las renegociaciones, ya que estaban recogidas en el sistema de camadas y de provisiones, por lo tanto eran explicadas constantemente por la Sra. María Isabel Farah».
«El sistema de camadas yo lo conocía perfectamente bien… Dado que habían entrado tres o cuatro directores nuevos, pareció oportuno que la señora Farah fuera al directorio y explicara detalladamente cómo funcionaba el sistema de camada».
«Un cliente renegociado quiere decir que repactó su deuda y por lo tanto no está en carácter de moroso, en la medida que tenga sus cuotas al día».
Flexibilidad en el pago
«La política de acompañar al cliente fue una idea que surgió en el año 2008 en que hubo un gran desempleo en el país y nuestros clientes se vieron bastante afectados. Este tema se trató en el directorio y se consideró razonable, como idea general, poder darle un tratamiento a los clientes que pudiera adecuar sus posibilidades de pago, entiendo con esto flexibilidad si no podía pagar una cuota o parte de una cuota, de manera que siguiera ese cliente activo en La Polar… Fue una idea conversada con la gerencia e implementada por la gerencia de productos financieros».
«La política de acompañar al cliente no significó por ningún motivo dejar de cobrar».
«Las políticas de cobranza consistían básicamente como en todo negocio de crédito, en llamar al cliente, que se pagaran las cuotas en el momento oportuno, en hacer uso de todos los medios posibles para cobrar, sea cobranza judicial, mandar al boletín comercial, todas las que se usan y que yo no estoy tan interiorizado como gerente general».
Bonos y Stock Options
«La idea era no pagarle un bono a ninguna persona de la administración. Con posterioridad se decidió entregar tres bonos, en forma pareja al gerente general, y a todos los gerentes corporativos, con excepción de don Julián Moreno que se le otorgó cero bono».
«Alpha es una sociedad anónima formada a instancias de Southern Cross, por todos los gerentes corporativos y el gerente general de La Polar para poder recibir un programa de incentivos o stock options que Southern Cross iba a entregar».
«Hasta donde yo entiendo era dejar establecido un plan de incentivos para retener al management por un período de tres años, dado que Southern Cross estaba saliendo definitivamente de la propiedad de La Polar».
«Lo que yo noté es que un grupo de ejecutivos en general estaba muy preocupado con la deuda que habían contraído para la compra de acciones con el banco».
«La idea era no pagarle un bono a ninguna persona… Con posterioridad se decidió entregar tres bonos a todos los gerentes corporativos»
–Las advertencias sobre responsabilidades penales y acciones de clase
Claudio Ortiz Véliz se autodefine en su declaración como asesor y abogado externo de La Polar, sin contrato escrito, función que –detalla– desempeñó desde marzo de 1999 hasta julio de 2010. Luego, en octubre de ese año, tuvo un accidente que le implicó una pérdida parcial de memoria, según se explicita en esta declaración. En ella también se evidencia que el abogado de Nicolás Ramírez se negó a efectuarle preguntas, dado que «el testigo declaró lo contrario en el Ministerio Público» y le parecía «poco» seria la declaración.
Repactaciones unilaterales:
«Dada la actitud habitual de María Isabel, me pareció muy extraña porque siempre me manifestó que no quería tomar conocimiento de nada relacionado con materias como las repactaciones unilaterales. Sin embargo, en cada oportunidad yo le hacía presente las contingencias y el grado de exposición de la compañía, porque era parte de mi trabajo, y porque dentro de la estructura de la compañía debía mantenerla informada de todo asunto que pudiera generar controversias legales».
«Conocimiento expreso de la situación relacionada con las repactaciones unilaterales, me consta con claridad a partir de marzo y abril del año 2010».
Reacción de Nicolás Ramírez:
«Nicolás se sintió muy defraudado por Pablo, por cuanto me comentó que era un tema muy relevante y del que no se le puso en conocimiento previo a asumir la gerencia general de la compañía. Le recomendé que insistiera con Pablo y que vieran en conjunto alguna solución a la problemática que se produjo como consecuencia de las repactaciones unilaterales».
«Me manifestó que la situación de la compañía era muy delicada, y en esa condición, en su calidad de gerente general, no estaba dispuesto a continuar firmado documentos que lo pudieran comprometer personalmente. Yo le planteé a Nicolás los riesgos a los cuales estaba expuesto, le manifesté que era una situación muy delicada, ya que él suscribía y entregaba determinada información, y que era falsear estados financieros y eso era sancionado por la ley, y acarreaba responsabilidad penal en él».
«Nicolás en esa conversación no parecía, sino que estaba seguro de saber sobre el falseamiento de estados financieros, y dijo que lo había conversado con Pablo y María Isabel (…) Nicolás me dijo que Pablo fue maricón (sic) conmigo, y no me explicó la real situación de la compañía al momento de asumir el cargo, si no no habría asumido».
Conocimiento de los gerentes de la situación «Conversé personalmente con ellos (…) Por ejemplo, respecto de la dificultad que había para la colocación de bonos o proceso de securitización, por cuanto los clasificadores de riesgo desde ya estaban vislumbrando una situación extraña o anormal en la composición de la cartera de la compañía. Tuve conversaciones en las oficinas de María Isabel, Julián, Nicolás, de manera más directa abordando el tema con más consistencia, pese a que trataban de evadirlo. Ellos conocían esto con mucha anterioridad. En caso de Pablo Alcalde no derechamente, sino que con cierto grado de tibieza me manifestaba la necesidad imperativa de recuperar las cuentas por cobrar adeudadas, porque el éxito de la compañía iba muy de la mano de que ese proceso resultara. (…) Recuerdo sus palabras, de señalarme que la sobrevivencia y futuro de la compañía dependía de la recuperación de las acreencias vencidas».
Conversación con Julián Moreno y María Isabel Farah sobre el tema:
«Le hice presente el altísimo riesgo que había que se entable una acción de clase en contra de la compañía. (…) Con Farah también conversé el tema desde una doble perspectiva. Uno con el aumento progresivo de reclamos de clientes, más bien explosivo de reclamos, y además en relación con el aumento considerable que se estaba generando en la mora de la compañía, por cuanto eso pegaba directamente en la contabilidad y en la provisión de incobrable. Eso fue más o menos a inicio de 2010».
Pablo Alcalde y las cobranzas judiciales:
«Pablo era bastante reticente en desarrollarlo, incluso me planteó que evitase a toda costa avanzar en un procedimiento judicial y practicar el remate de bienes de cliente (…) Pablo me planteó en presencia de Julián que bajo ningún aspecto firmara ningún documento o escrito para instar por el remate de los bienes de algún deudor de la compañía. Ahí Julián se quedó callado y se zanjó la discusión».
El sistema de control de reclamos:
«Efectué un análisis pero no relacionado con las repactaciones, sino respecto de solicitudes de los clientes o reclamaciones de estos. Dicho análisis, estadísticamente lo extrajimos del sistema workflow, control de reclamos de períodos, no lo recuerdo con exactitud pero parece quincenales durante 2010. Y se logró evidenciar un aumento de reclamaciones relacionadas con repactaciones unilaterales absolutamente explosiva, con un número importante de clientes así manifestantes, y, por ende, de acuerdo a la legislación que regula esta materia era absolutamente evidente el riesgo o interposición de una o más acciones de clase».
«Era un hecho absolutamente evidente, soportado sobre la información aportada por el software y que no pasaba sino a confirmar una realidad existente y por todos conocida. Me refiero a un importante porcentaje de la cartera de deudores unilateralmente repactados. Era un tema conocido, y que el mercado era informado como cartera vigente y como cuentas por cobrar. No es necesario ser un erudito en la materia para darse cuenta de que una cuenta por cobrar hace dos años tiene una calificación distinta».
Por qué él (Claudio Ortiz Véliz) no plasma por escrito la existencia de delitos o falseamiento de estados financieros:
«Yo en ningún momento detecté que se hubiesen falseado estados financieros dentro del trabajo que yo desarrollaba (…) En ningún momento evidencié la existencia de delitos. Ante la consulta efectuada por Nicolás manifesté que era un tema delicado y grave y podía conllevar eventualmente vulneración a la ley del mercado de valores, pero no era parte de mi trabajo efectuar análisis de los estados financieros».
«En ningún momento le dije a Nicolás que las repactaciones unilaterales vulneraban la ley de mercado de valores. Planteé a Nicolás que el tema de repactaciones era delicado y podía resultar en acciones de clase. En cuanto a Julián Moreno, le efectué idéntico planteamiento (…) Me consta a mí que Julián estimaba que era lícito. Me manifestó que no me preocupara y que los términos establecidos en el mandato se lo permitían a la compañía».
«Le planteé a Nicolás los riesgos a los cuales estaba expuesto, le manifesté que era una situación muy delicada, ya que él suscribía y entregaba información, y que era falsear estados financieros».
Fuente : El Mercurio