Salvador Valdés y efecto TMC: Ni la banca ni el Ministerio saben cuánta gente quedará fuera
ES UNO de los proyectos que más resistencia ha encontrado en la banca y retail, pero que logró su aprobación en el Congreso con 83 votos a favor y 1 abstención. Uno de los expertos que ha estado detrás de la iniciativa que busca rebajar la Tasa Máxima Convencional (TMC) es el Coordinador de Políticas Microeconómicas y Modernización del Estado del Ministerio de Hacienda, Salvador Valdés. En conversación con PULSO, Valdés explica los alcances de este proyecto y responde a las advertencias que ha realizado la industria de los oferentes de crédito.
En lo esencial, ¿cuál es la importancia de este proyecto?
Se hace cargo de una situación que afecta a los créditos de consumo que millones de personas piden y reciben todos los meses. Y es un segmento que se distingue, porque una fracción grande de los deudores tienen insuficiente educación financiera. Eso significa que hay una serie de aspectos como la tasa de interés, el efecto de componer el interés mensualmente y de alargar el plazo que requieren operaciones matemáticas que muchas de esas personas no manejan con facilidad y, por lo tanto, tienden a comparar los créditos solamente por el valor de la cuota, lo que es un error. Cuando eso pasa se hace viable un modelo de negocios –como ha dicho el ministro– que no es bueno socialmente y que consiste en cobrar tasas muy altas estudiando poco a quién se le da el crédito. ¿Cuáles son los beneficios que se darían una vez que entre en vigencia?
Se obliga a los oferentes de crédito masivos a migrar hacia un modelo de negocios donde se invierte más en la investigación de la capacidad de pago de cada deudor. Y la tasa de la gente que no cumple es mucho más moderada y permite que haya mucho menos gente en Dicom.
¿Estiman que se reducirá la gente que está en Dicom?
En un mediano plazo esperamos que eso ocurra. Hasta fines de 2011, había 4 millones de personas en Dicom –prácticamente el 30% de los adultos chilenos–, creemos que a la vuelta de 3 o 4 años, una vez que esté operando, ese número bajará drásticamente.
Pero también se podría dar una desbancarización, según ha insistido la banca. Se ha dicho que hasta 1 millón de personas quedarían fuera del crédito.
Para determinar cuánta gente va a quedar fuera se requiere de estudios que ha sido imposible de realizar por falta de datos. La banca no tiene estudios que permitan determinar esos números, esos números vienen de otros estudios. La respuesta es que para estas decisiones no hay estudios empíricos para Chile. No los tiene nadie.
¿Ni la banca ni el Ministerio?
Ni la banca ni el Ministerio y, como en muchas materias, ha habido que legislar sobre la base al sentido común y un análisis lógico. Y lo que se ha dicho de que habrá cientos de miles de personas afectadas, insisto, la gran mayoría va a ser afectada para bien. Sí tenemos datos de cuántos créditos que había al mes pasado se otorgaron a una tasa mayor que al 37%. ¿Preocupa que aumente el crédito informal?
Obviamente interesa a todos los involucrados. Por suerte, en Chile las estadísticas son muy claras. El volumen de crédito de prestamistas es microscópico ( … ) Lo que sí hay, y es muy bueno que haya, es el crédito de familiares, amigos, empleadores. Esas personas tienen una mayor benevolencia con el deudor, son más criteriosos. Hasta ahora la información que hay es que va a seguir en 0 el número de prestamistas.
La Encuesta Financiera de Hogares del Banco Central muestra que en 2011–2012 el porcentaje de hogares con deudas de oferentes no tradicionales aumentó.
Ha crecido un poco y puede haber muchas razones para eso. Puede que la gente esté aprendiendo más, ahora hay más información gracias al Sernac Financiero. Hubo escándalos que los medios hicieron ver. Cuando pasa eso, uno espera que más gente se informe, se preocupe y se dé cuenta que a veces ha estado pagando tasas muy altas en el modelo de negocios que hablábamos. No queremos un mercado hiperregulado donde todas las fuentes de crédito estén reguladas en gran detalle por el Estado. Nos parece que el crédito no institucional es un mercado vigoroso que ojalá mantenga su rol de alternativa a los créditos institucionales que están bastante regulados por el Estado. ¿Ayudaría el tener una deuda consolidada para evitar efectos indeseados?
Así es. El modelo basado en investigar la capacidad de pago del deudor y cobrar tasas más moderadas es claramente ayudado y fortalecido cuando existe un sistema de información financiera de ese tipo. Por eso que este gobierno también ha empujado ese proyecto. Con todo, no es esencial porque igual podemos avanzar en parte en esta materia. No es todo o nada. Ayuda, pero nunca los evitará del todo, porque cuando alguien que es un mal pagador insiste en pedir créditos enormes que no puede pagar, alguien le tendrá que decir que no. Pero es bueno para la sociedad que eso ocurra, que haya un control.
Hay bancos que han tenido que transformar o cerrar sucursales de sus divisiones de consumo.
Es una estrategia de un sólo banco y no una actitud generalizada. Cuando partimos con este proyecto consultando hace 2 años y medio, una de las cosas que descubrimos es que hay muchos que nunca estuvieron en este modelo de negocios. BancoEstado no le presta a nadie a más del 35% anual desde hace muchos años.
¿Cómo se hace cargo el proyecto para evitar una desbancarización?
Hay muchas medidas de mitigación para lograr este objetivo de preservar el acceso al crédito. La principal es esta rebaja de forma gradual que da espacio para que las instituciones migren. Lo que tienen que hacer es reorganizar un poco su negocio que no es tan distinto a lo que saben hacer, pero abandonando la modalidad que consiste con prestar con poco estudio. Otra forma es que tenemos esta tasa para operaciones por debajo de menos de 50UF que es mucho más alta que la de 50UF a 200UF. Tenemos claro que hay que respetar al costo administrativo por peso prestado.
Una tercera medida es que en escenarios de recesión que pueden ocurrir en medio de esta fase de rebaja gradual, la ley establece una postergación transitoria de la rebaja de la TMC.
Fuente : Pulso