Reinvención
Fue un deal que sorprendió al mercado. Hace tres años, los empresarios Mario Dabed –ligado a las representaciones en Chile de las franquicias de Ellus, Spalding y Mormaii, entre otras– y Sergio Jalaff, vendieron su red de strips center a Celfin. El trato fue millonario: 90 millones de dólares.
Tras cerrar el acuerdo en agosto de 2010, los socios empezaron a idear una nueva aventura empresarial. Fue ahí cuando Jalaff se acordó de un viejo amigo, Sebastián Garib. Ambos habían estudiado en el Grange y eran amigos desde hace varios años. Fue este último entonces quien le propuso meterse a una nueva industria, hasta ese entonces desconocida para ellos: el negocio financiero.
Garib había trabajado los últimos cinco años como gerente de Retail y de Finanzas de Forum y conocía de memoria las claves para ingresar como financista al área automotriz. La idea era simple: prestarle plata a través de las automotoras a los diferentes clientes que necesitan endeudarse para comprar un nuevo auto. Una idea que, además, venía acompañada de un software desarrollado por el mismo Sebastián Garib que les permitiría operar a la altura de los otros competidores del mercado, es decir, en línea y rápido.
Así, Garib convenció a Jalaff y Jalaff convenció a Dabed y se pusieron manos a la obra. «Nos motivó que era un mercado muy grande y los operadores pocos. De hecho Forum, el actor más grande, no tiene más del 15% del mercado, después hay algunos bancos que participan, pero nada muy concentrado. Por eso pensamos que había espacio para captar clientes», comenta Dabed.
El empresario añade que, además, le pareció atractivo «no tener todos los huevos en la misma canasta», pues reconoce que si bien el negocio de las franquicias tiene márgenes interesantes, se le ha hecho más difícil en los últimos años. «Muchos retailers han optado por traer sus propias marcas de ropa y dar mayor cabida en las multitiendas a esas líneas, dejando menos espacio a la competencia externa», advierte.
Así que sin darle más vueltas, a mediados de 2010 decidieron invertir 10 millones de dólares y crear Global Soluciones Financieras.
Todo en línea
Los empresarios pusieron toda su confianza en la idea de Sebastián Garib, y hasta ahora dicen, no haberse equivocado. «Su experiencia fue clave, porque las pagadas de piso de los empresarios en negocios que no conocen son fatales», recalca Dabed.
El objetivo de la nueva compañía era convertirse no sólo en un prestamista para las automotoras, sino que más bien en un socio estratégico para estas compañías, profesionalizando su gestión comercial.
Su foco está puesto principalmente en las compraventas de autos usados, y dentro de sus ventajas comparativas está el atender con la mayor rapidez posible los requerimientos de un crédito. «Una persona que compra un vehículo cuando va a la automotora ya lo vio por internet, sabe lo que quiere y lo que le gustaría es llevárselo manejando lo antes posible», dice Sergio Jalaff.
Sebastián Garib, quien además es gerente general de la empresa, detalla que lo que hacen es prestarles un respaldo informático a la automotora: los vendedores de las compañías ingresan todos los datos y antecedentes de un clientes al sistema y en línea un validador les dice si se aprueba o no el financiamiento. El análisis, que mide una serie de variables de riesgo, está listo en no más de 7 minutos, y toda la gestión del crédito en unos 40 minutos. «Nos pusimos como meta reducir a un tercio los tiempos de tramitación de la competencia y lo hemos logrado», precisa el ejecutivo.
En septiembre de 2010 entregaron su primer crédito y hoy ya tienen presencia en cerca de 60 automotoras del país y 140 puntos de venta, con una cartera de colocación proyectada para este año de unos 25 millones de dólares. Y aunque las cifras del negocio ya son millonarias, el espacio para crecer es gigantesco. Las metas de Global son doblar sus colocaciones año tras año, en una industria que crece a pasos agigantados.
«El mercado de los autos crece de manera explosiva. Las mismas marcas chinas han abierto el portafolio a modelos que parten de los tres millones y medio de pesos, y del total de compradores de autos un 40% son personas que se bajan directo de la micro», comenta Garib, quien agrega que cerca del 95% de las personas que compra un vehículo se endeuda para hacerlo.
Fuente : Capital