– ¿Por qué la CCS ha expresado reparos al proyecto sobre deuda Consolidada?

–Estamos convencidos que se trata de una iniciativa innecesaria que, en el fondo, obedeció a satisfacer apetitos comerciales, en abierto perjuicio de la privacidad de la personas. La aspiración de bajar tasas de interés – en el mejor de los casos – sería una mejora muy marginal porque con el acopio de información que existe al día de hoy, ese supuesto ya se debiera haber verificado. Tampoco sirve de antídoto contra el riesgo sistémico del sobreendeudamiento. La mejor demostración de esto fue la crisis subprime en EE.UU., en donde circula la deuda consolidada.

– ¿Qué cambios puede generar en el mercado, si pensamos que muchos de los retailers ya cuentan con esta información mediante las tarjetas y la mayoría de ellos ya están relacionados con la banca?

–El proyecto no juega a favor del retail; está concebido en beneficio de la banca con cargo a las empresas de retail, en especial, las más grandes. El fenómeno que usted menciona, simbolizado en la reciente transacción (acuerdo de compra)) entre Cencosud e Itaú es otro buen motivo para calificar esta iniciativa como innecesaria.

– ¿No le parece que este proyecto podría redundar en mejores tasas para aquellas personas con buen comportamiento de pago?

–Resulta absurdo esperar la aprobación de esta Ley para que las personas con buen comportamiento de pago obtengan mejoras en el costo de sus créditos. Al revés, vemos un peligro para esas personas en el evento de que se apruebe este proyecto: se convertirán en objetos codiciados con riesgo al sobrendeudamiento.

Fuente : Estrategia