La caída de un 0,6% que registraron los precios de los alimentos en abril –la mayor baja mensual desde enero de 2011– ayudó a contrarrestar las alzas en el costo del transporte y la salud, lo que llevó a una variación mensual del IPC de 0,1%.

Con esta cifra, la inflación acumulada en doce meses, que se había situado en un 4,4% en febrero y 3,8% en marzo, se redujo a un 3,5%, informó el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

En el grupo Alimentos y Bebidas No Alcohólicas, destacan las caídas en abril de los precios de tubérculos y productos derivados, carne de cerdo y hortalizas.

Mientras, las mayores alzas en el grupo Transportes correspondieron a combustibles para automóviles (2,6%) y servicios de transporte de pasajeros por carreteras (7,9%). En Salud destacan aumentos en servicios médicos (2,6%); servicios de hospitalización (2,9%), y servicios médicos y paramédicos (3%). Para el ministro de Economía, Pablo Longueira, las cifras dan cuenta de «que la economía no está sobrecalentada y no hay presiones inflacionarias».

En tanto, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, comentó que el IPC es la mitad de lo proyectado, a lo que debe sumarse esta semana una significativa baja en los precios de las gasolinas impulsada por una reducción en los precios internacionales que se traspasará a los consumidores.

«Está empezando a revertirse el ciclo de mayores alzas de precios», dijo Larraín, aunque indicó que en el Gobierno «no vamos a cantar victoria», sino que –a través de una política fiscal responsable– seguirán cooperando para apoyar al Banco Central en el control de la inflación.

Notas de alerta

No obstante que la inflación anualizada ha disminuido y hay un descenso en los indicadores subyacentes, analistas advierten que persisten temas que ponen una nota de alerta.

Uno de ellos es la variación acumulada de 5% en doce meses en los precios de los servicios no transables, como restaurantes y hoteles, que están presionando con mucha fuerza los precios, dice Michèle Labbé, analista de Econsult. Esta situación se asocia con el fuerte dinamismo en el crecimiento de la demanda interna que, a su vez, es consistente con los últimos datos que marcan un crecimiento de 5,2% para la economía en marzo.

«El control de la inflación se explica mucho más por razones externas que internas y, por lo tanto, hay que estar con una luz de alerta, que también se justifica porque en la minuta de su última reunión monetaria el Banco Central evaluó la opción de subir la tasa de interés», acotó Labbé.

«Claramente, los riesgos inflacionarios siguen presentes», advierte Rodrigo Aravena, economista jefe de Banchile.

Los precios de los alimentos caen 0,6% en abril luego de una serie de aumentos, pero en doce meses acumulan un alza de 8,4%, de modo que también piensa que «no hay que cantar victoria considerando que aún estamos con problemas de sequía y que no se ha resuelto el problema de abastecimiento de carne paraguaya que ha hecho subir el precio de ese producto».

Fuente : El Mercurio