U n dato para graficar la utilidad del servicio. El 4 de septiembre en el comparador de precios chileno http://www.jaumach.com, se entregaba la siguiente información: un LED 4K Ultra HD Smart TV 3D costaba en una tienda del retail $2.399.990 y en la competencia, el mismo televisor tenía un precio de $1.999.990, o sea una diferencia de $400.000.

Casos como estos captan los comparadores de precio, sitios web que le ahorran al consumidor el vitrineo a pie o por internet. Esta clase de sitios se han ampliado hacia otros productos, desde los más convencionales de ropa hasta los remedios.

Hace poco partióhttp://www.tu–carrito.com. «Le entregamos al consumidor datos para saber en qué supermercado es más conveniente hacer la compra del mes», cuenta José Martín Navarro, cofundador del sitio.

Uno de los pioneros es http://www.comparaonline.com. «La gracia de un comparador es la calidad de los datos, pero hay algunos que operan con la información que está más a mano, lo que hace que no sea una buena foto del mercado», dice Andrea Valin, country manager para Chile del sitio.

Otro factor crucial es la independencia de la información respecto a las tiendas. Los modelos de negocio de cada uno a veces atentan contra ella. En algunos se cobra por el posicionamiento de las tiendas a través de banners, o sea publicidad, y en otros por la vía de la ubicación de sus ofertas con mayor exposición. En otros se compra en el sitio.

Hernán Calderón, presidente de Conadecus, alude al punto. «En unos la relación con los proveedores puede conducir a no colocar las mejores ofertas», explica. Calderón hace una diferencia. «Hay comparadores gubernamentales que son muy fiables, porque entregan datos exhaustivos de todo el mercado.

José Castro, director de informática de http://www.jaumach.com, explica que «las condiciones en que se entrega la información deben ser aclaradas en el sitio. El consumidor se debe fijar en ellas al decidir».

Fuente : Las Últimas Noticias