Mi PREVIA al «Cyber Monday» Los mejores datos para comprar online
ste año mi mamá me avisó por WhatsApp: «Te tocó la Tere».
Ya es tradición en mi familia que los papelitos con los nombres del «Amigo Secreto» de Navidad los escriba y sortee ella. Luego nos avisa a cada uno. Así es más rápido y «transparente» el proceso, pensamos.
El problema es que la Tere es mi cuñada y no sé qué regalarle. Es difícil. ¿Una crema?, ¿un perfume?, ¿una agenda? Fome.
Por eso me metí al computador, a navegar, en busca de algo novedoso. Sin darme cuenta caí en una vertiginosa espiral de consumo.
La siguiente es la crónica, en primera persona, de cómo me convertí en un experto comprador por internet. Me hice asesorar por tres conocedores del sistema, quienes me revelaron la mejor manera de conseguir buenas precios… y no caer en trampas. De paso, me datearon con los sitios web más fascinantes a la hora de vitrinear sin moverse de casa.
No lo necesito… ¡pero lo quiero!
Admítanlo: este reportaje les viene de perilla, sobre todo cuando quedan sólo algunas horas para las superofertas de un nuevo «CyberMonday» y medio Chile está esperando que llegue el lunes para hacer zumbar la tarjeta de crédito.
Mi regalo para la Tere lo comencé buscando en los sitios más tradicionales. Amazon.com tiene por estos días una sección especial para Navidad, con obsequios por menos de US$ 25. Audífonos, forros para el Kindle, pendrives, punteros láser… Nada muy interesante como para mi cuñada. De repente, sin embargo, algo me llamó la atención: un reloj despertador Sony, con radio, a pilas y anatómico… ¡a sólo US$ 13,99! Lo quiero, pensé.
No lo necesito, me respondí.
Vale sólo 7 lucas, contraargumenté.
Sigue vitrineando, me dije.
Quizás la oferta desaparezca… ¡atina!
Respira hondo. Cotiza.
Sin pensarlo, y como quien rechaza una tentación del demonio, cerré la ventana y salí a la terraza a tomar un poco de aire. Tengo que controlarme. Jamás pensé que la experiencia sería tan excitante como peligrosa.
Por eso –y porque soy un profesional– es que les pedí ayuda a tres expertos compradores online. El primero que me ayudó fue Cristian Labarca (@huasonic), director de Proyectos de la agencia digital «Bowl». Con toneladas de sentido común, me explicó que con las tiendas en internet él hace lo mismo que con las tiendas del mundo real: «Si entro y no me da confianza, prefiero no comprar». Así de fácil. También me advirtió que se debe tener mucho ojo con las direcciones (URLS) y sus certificados de seguridad. «No es llegar y poner los datos de la tarjeta»… sobre todo cuando se trata de una página en la que compras por primera vez.
A diferencia de mi impulso casi intuitivo por la radio–reloj, Cristian me explicó que él desconfía de las ofertas demasiado buenas: «Los remates o stocks limitados rara vez funcionan». De la misma forma, es mejor hacerse la idea de que el precio final de los artículos comprados en el extranjero será un 40% mayor, por cargos de envío e impuestos en Chile.
El mejor filtro para elegir un producto es la cantidad de estrellas y los comentarios que dejan los usuarios… «y saber que lo usado no es sinónimo de malo (…) He comprado muchas cosas `used like new´ que realmente han valido la pena». En el caso de mi reloj–despertador Sony, más de mil personas le han otorgado 4 estrellitas (de un total de 5), y son cientos los mensajes recomendándolo.
El embarque, sin embargo, podría tardar hasta un mes. Es decir, no me alcanzaría a llegar para Noche Buena. Un problema que, según mi asesor Labarca, se soluciona comprando una casilla en Estados Unidos donde enviar los productos: «En ese caso las cosas te llegan en dos semanas, como máximo».
–En general, ¿cómo ha sido tu experiencia comprando vía web?
–Me ha pasado de todo. A veces me han cagado y no ha llegado lo que compré. Otras veces he pagado mucho por el envío de algo muy pequeño, simplemente porque lo metieron en una caja muy grande. Pero también he tenido la suerte de que, tras reclamar por un producto que no me llegaba, me mandan otro gratis… y luego aparece el primero. Y así me quedo con dos.
Cristian, finalmente, me dio dos consejos valiosísimos:
1 Comprar las cosas fuera de temporada : «Este año me compré un equipo de ski. Mientras acá era invierno, en Norteamérica era verano… y todo lo de invierno estaba muy barato. Comprar ropa con esta regla puede convertirse en un buen negocio».
2 Elaborar una «wish–list» (cosas que uno desea comprar) en Amazon, y esperar el «BlackFriday» del próximo viernes 29 de noviembre: «Como se trata del evento de e–commerce más importante del año, yo me preparo. Si los productos que seleccioné bajan de precio, el sistema me avisa».
¿Sitios recomendables? Cristian me mencionóPackstore.anvil.net para comprar artículos tecnológicos pensados para facilitarnos la vida, DealExtreme.com para encargar gadgets a China, y Threadless.com … para conseguir poleras.
¡Poleras! Eso le puedo regalar a la Tere. Una polera ondera, taquillera, con algún diseño exclusivo.
Con ojos de mujer
No llevaba ni cinco minutos navegando por el sitio que me recomendó Cristián cuando ya tenía en mi carrito una cortina de baño hiperestilosa y una polera (para mí, no para mi cuñada). Más que el precio –$16.000 por ambas cosas me pareció más que razonable– fue el diseño lo que me motivó a darles click . Y si no me compré más cuestiones fue porque mi fuerza de voluntad se impuso.
Entonces acudí a la bloguera Carla Escobedo (@monrix), en busca de un ojo femenino para el regalo para mi amiga secreta. Monrix es ama y señora de ElBlogdeMon.com , un sitio donde comparte datos de moda, compras y concursos.
«Comencé a comprar online hace ya varios años y por varias razones: precio, variedad, calidad y tallas. Me di cuenta de que podía comprar prendas distintas a las que se acumulaban en las vitrinas del retail, por menos plata de la que gastaría en el mall, y en tallas que acá las marcas no trabajan». ¿Qué mejor?
Realista como ninguna, Monrix advierte que para comprar online «hay que tener paciencia», sobre todo si no quieres pagar por envíos express. «Los paquetes pueden demorarse hasta un mes y medio antes de que el cartero toque tu puerta. Esto no sirve para las urgencias tipo `necesito un vestido para el matrimonio de este fin de semana´. Pero si planificas con un par de meses, puedes tener el mejor vestido de la noche sin gastar de más».
–¿Y cómo le achuntas a las tallas?
–Como los cambios de las prendas son engorrosos, hay que ser muy meticuloso. Pero es fácil: la mayoría de los sitios tiene todas las medidas en centímetros. Es cosa de agarrar una huincha y medirte, así no te llevas ninguna sorpresa. También hay herramientas como Sizes.darkgreener.com , para hacer conversiones de tallas entre diferentes marcas. Sabiendo eso y habiendo leído las políticas de embarque y devoluciones, no deberías tener miedo de comprar por internet.
Otro buen dato: «Algunos bancos te dan la posibilidad de crear una tarjeta virtual por un monto determinado. Es la manera más segura de comprar para los que aún no confían 100% en las compras desde el computador».
Y si de buenos precios se trata, Monrix se peina: «Los más baratos (y también los más lentos) son los chinos. Puedes comprar de todo en AliExpress.com y ropa en Romwe.com. Claramente no son productos de la mejor calidad, pero por el precio que estás pagando no te dolerá si el vestido no te dura más de una temporada». En ambos sitios, me advierte Monrix, «son los reyes de la copia barata de aquellas prendas que vemos en las revistas de moda, y que sabes que nunca podrás pagar».
Para compradores principiantes de ropa estáAsos.com , «con súper buenas políticas de envío y reembolsos (…) Con ellos nunca te llevarás un mal rato… y tienen medidas para las mujeres más curvilíneas». ¿Algo más exclusivo? «Combinar Net–a–Porter.com con un rápido despacho vía DHL».
Para ahorrarse el tax
Debo admitir que, a estas alturas del reportaje, yo figuraba la medianoche del miércoles despierto, tomando café, sentado frente al computador, navegando por decenas de sitios. Además de vicioso, en sólo un día me había convertido en experto. Intruseé en Alibaba.com , Forever21.com , Victoriassecret.com , Urbanoutfitters.com , Mamasandpapas.com , Thebookdepository.com (la perdición en libros, me compré dos), Potterybarn.com , Williams–sonoma.com (con productos para la cocina) y Bestbuy.com . Fue a las 2:30 de la madrugada que, finalmente, volví a Amazon y me compré el reloj–despertador Sony. Mi satisfacción fue invaluable, aunque muy superior, por cierto, a los 14 dólares que pagué. Sólo entonces pude dormir tranquilo.
A la mañana siguiente leí las recomendaciones que me envió por e–mail el publicista Felipe Cerda (@kochiz), mi tercer y último asesor en compras web. Para él es «imprescindible» contar con una casilla en Estados Unidos: «Yo estoy experimentando con Chilebox.cl . Es muy barato y te llevan las cosas a tu casa… por el mismo precio. También hay otras gratis». Según Felipe «hay que aprovechar que los paquetes de menos de US$ 30 no pagan impuestos, ni aduanas, ni internación», por lo que «a veces es mejor hacer tres pedidos chicos, que uno grande».
Los fanáticos de Amazon, me cuenta Cerda, tienen subscripción prime : «Enviando las cosas a una casilla en Miami el envío te sale gratis, llega en 2 días hábiles y la mayoría de las veces, si no todas, te ahorras el tax. No hay por dónde perderse: cuesta US$ 79 anuales, una ganga. Muy conveniente para comprar libros o discos Blu–ray».
Convertido en un experimentado comprador, le pedí a Felipe sólo papitas, datos poco conocidos con productos de calidad, a excelentes precios: «Hace poco conocí en Estados Unidos Whiskymilitia.com , con remates de productos, con un tiempo límite. Son sólo marcas de productos para practicar deportes extremos. Tienen desde calcetines de nieve hasta snowboards… a precio de huevo. Todo, siempre, tiene por lo bajo un 35% de descuento».
Y para productos fotográficos estáBhphotovideo.com : «Se puede encontrar prácticamente todo, tanto amateur como profesional». Una sola advertencia: el precio puede subir considerablemente por el costo de internación.
Terminaba así mi exhaustivo recorrido por las mejores tiendas virtuales de los cinco continentes. En mi poder, y por pocos pesos, un reloj–despertador, dos libros, una polera y una cortina de baño.
¿Y el regalo para la Tere? Todavía no lo consigo.
Quizás mañana vaya al mall y le compre una crema para las manos, un perfume… o una agenda.
Fuente : La Segunda