A Jeff Bezos, fundador y CEO de Amazon, no le debe gustar mucho cuando en los círculos de la industria de internet y en los medios de comunicación a Alibaba la mencionan como «El Amazon chino». Pero seguramente, Jack Ma, el máximo ejecutivo de la gigante asiática y, quien es considerado el hombre más rico de su país, debe sonreír cada vez que escucha ese apodo.

Es que justamente, Amazon es una de las empresas que más podría sufrir con la fuerte arremetida de Alibaba en el mercado del e–commerce mundial, pero principalmente en el norteamericano. Especialmente ahora, que Alibaba se transformó en un rockstar del mundo financiero, con su fuerte valoración (US$231.000 millones) durante el día de su apertura a la bolsa estadounidense.

Bastante más que los US$150.000 millones en que está valorada la compañía con sede en Seattle. De hecho, las acciones de Amazon cayeron ayer un 2%. Por eso, llegó el momento en que Amazon comience a afinar su estrategia para contener lo que se le viene. Y lo más posible es que el principal foco sea algo que ha estado haciendo desde su nacimiento: invertir mucho dinero en Investigación y Desarrollo (I+D).

Aunque nunca Amazon ha querido revelar la cifra de este ítem, se especula que está en el orden de los US$1.000 millones al año. Puede parecer poco, considerando que su facturación anual durante 2013 llegó a los US$74.452 millones, con un beneficio neto de US$274 millones, pero no deja de ser importante, tomando en cuenta muchos fracasos e ideas poco convencionales que ha tenido Bezos en el camino.

«Cabe recordar que durante sus diez primeros años de vida, Amazon no fue una empresa muy rentable, porque Jeff Bezos siempre ha sido obstinado en invertir mucho en investigación, a pesar de que el negocio no tenga números azules», dice Jorge Villalón, consultor tecnológico y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez. El académico agrega además: «Pero sus innovaciones le han traído grandes beneficios. ¿Hay alguna empresa que haya podido lograr conocer mejor los gustos de los consumidores –según su perfil– , que Amazon?

Esto es gracias a la investigación. El retail chileno por ejemplo, con todos los años que lleva en América Latina, no ha logrado algo así». VARIOS CAMINOS. Tomando en cuenta las tendencias tecnológicas y una serie de elementos en que Amazon ya está trabajando, se podrían identificar algunos caminos por donde podría ir el contraataque hacia el dragón chino. En primer lugar están los drones.

En diciembre de 2013, Amazon dio a conocer su idea de usar estos pequeños aviones no tripulados para entregar productos en máximo 30 minutos. Según la compañía, estaba desarrollando drones para vuelos de 80 kilómetros con paquetes de 2,2 kilogramos, el peso del 86% de los productos que vende por su tienda online. Meses después, comenzó a tramitar los permisos gubernamentales para tal fin. El servicio, aunque aún no está operativo, ya tiene nombre: Amazon Prime Air.

En el área de la música y televisión vía streaming, Amazon lleva un tiempo haciendo varios ajustes para competir con gigantes como Netflix, iTunes y Spotify. El más claro ejemplo es el lanzamiento de Prime Music en junio de este año, un servicio de música por streaming, que tiene cero costo para los miembros de su programa Prime. A partir del primer día, tenía disponible 1 millón de canciones para escuchar online o bajar a las tablets Kindle Fire. Por último, la mano podría venir por el lado de los videojuegos, mediante un sistema de distribución por streaming.

En agosto, Amazon se adelantó a Google, comprando en US$970 millones la empresa Twich, dedicada a la visualización de partidas de videojuegos de famosos competidores mundiales a través de internet. Para hacerse una idea, Twich logró 55 millones de espectadores únicos sólo en julio de 2014.

«De alguna forma, la estrategia de Bezos es estar siempre en la punta de la tecnología. Aunque muchas ideas no funcionen o haga, en ocasiones, el ridículo. A pesar de que pierda dinero. Sin embargo, hay un factor que no se puede dejar de lado: Jack Ma tiene el dinero suficiente para contratar también a miles de cerebros en China y en el mundo, para que hagan Investigación y Desarrollo», concluye el académico de la UAI

Fuente : Pulso