El último lustro tiene a las cadenas de supermercados de Australia enfrentadas en una dura competencia de precios. Los mayores actores de la industria son Woolworths y Coles, con el 39,6% y 33,3% de participación en el mercado, respectivamente. Ese dúo se ha visto afectado por el desembarco de la alemana Aldi, que ya controla el 7,6% del mercado. Aldi tiene como estrategia garantizar precios bajos para los consumidores. Gracias a una fuerte política de inversiones, con la construcción de dos nuevos centros de distribución, se espera que crezca su participación en los próximos años. Esos datos son parte de un reciente estudio elaborado por la Oficina Comercial de Chile, ProChile, en Sydney.

El documento de ProChile afirma que las cadenas de supermercados australianas tendrán un crecimiento promedio de 2,3% anual a 2018–2019. El motor de ese crecimiento será el aumento de los ingresos de las personas y el desarrollo del segmento de marcas propias, más accesibles a los consumidores.

Adicionalmente, se estima que las ventas de los supermercados estarán crecientemente orientadas a la venta remota, a través de dispositivos conectados a internet.

Estos cambios en el negocio de los supermercados australianos están acompañados por un cambio en el consumo de alimentos. Los oceánicos están privilegiando una dieta más sana para mejorar su calidad de vida. Además, hay una especial preocupación por las condiciones de los trabajadores y del medioambiente en el que se desarrolla el proceso productivo.

De hecho, el documento de ProChile argumenta que «las políticas de sustentabilidad impuestas a proveedores extranjeros van, sin duda, en aumento. Las cadenas supermercadistas están exigiendo normas específicas de embalaje funcional y ecológicamente amigables, que detallan en sus distintas páginas web. Adicionalmente, exigen el cumplimiento de diversas normativas y políticas de comercio justo, contratación y condiciones laborales de acuerdo a ciertos estándares establecidos por organizaciones internacionales. Ejemplos de lo señalado se aprecian en el Coles Ethical Sourcing Policy, en las normas del Ethical Trade Iniative y las exigencias de la Organización Internacional del Trabajo».

Oportunidades para Chile

El nuevo panorama del retail australiano entregaría interesantes perspectivas para Chile.

En agroindustria habría oportunidades en frutas y hortalizas procesadas (congelados, deshidratados, conservas y jugos concentrados). «La mayor conciencia acerca de productos y estilos de vida saludables aumentará la demanda de frutas y vegetales. El estilo de una vida cada vez más ocupada favorecerá el consumo de comida preparada, de frutas y vegetales congelados y sopas. Las importaciones van a crecer considerablemente debido a sus ventajas de costos», afirma el estudio, que cita una investigación de la consultora IBISWorld, la que estima un incremento del 3,2% de importaciones en ese segmento en 2013–14.

La Oficina Comercial en Sydney afirma que también hay buenas perspectivas para los productos del mar, especialmente en congelados y conservas. De hecho, las importaciones de ese ítem abarcaron el 53,9% de la demanda interna en 2012–2013.

También hay oportunidades en frutos secos, pues el consumo de nueces es mayor a la producción local. Adicionalmente, las autoridades de salud están embarcadas en la promoción de esos alimentos, por su aporte a una dieta sana. El objetivo es aumentar en 350% el consumo de frutos como la nuez.

En el área de consumo de alcoholes se espera un crecimiento anual de 3% hasta 2017–2018. Las oportunidades para Chile estarían en la introducción del pisco, las cervezas artesanales y el vino, especialmente carmenere.

Fuente : El Mercurio