Las Interrogantes que Abre la Querella Interpuesta por La Polar
El 28 de junio, diecinueve días después de que La Polar reconociera las malas prácticas crediticias en la forma de repactaciones unilaterales a los créditos de sus clientes con tarjeta, la empresa –representada por su presidente César Barros– interpuso una querella criminal en contra de su director y ex presidente, Pablo Alcalde, y tres altos ex ejecutivos: Julián Moreno, María Isabel Farah y Nicolás Ramírez, por infracciones a la Ley de Valores y a la Ley General de Bancos, cometidos al menos desde 2005.
El escrito describe la relación de hechos y las responsabilidades que estos ejecutivos habrían tenido en los hechos por declaración de antecedentes falsos y disimulación de los estados financieros de La Polar. Pero junto con revelar aspectos de las prácticas irregulares que se llevaban a cabo (ver página 16), abre una serie de interrogantes que debieran ser aclaradas durante el proceso, y que apuntan al rol que los directores cumplían en la compañía.
En la descripción del Origen y Desarrollo de Empresas La Polar, señala que el 6 de enero de 1999 «el fondo estadounidense de inversiones Southern Cross Latin American Private Equity Fund adquirió el 100% de los activos fijos y de las marcas», experimentando en los años siguientes un fuerte crecimiento y desarrollo. «En noviembre de 2003, el hasta entonces controlador de la sociedad, Southern Cross, vendió un 26,1% de las acciones. Durante el 2005 el Fondo de Inversión redujo su participación a un 20,1% para, el 2006, vender su participación en la Bolsa, manteniendo su administración superior».
Fuente : Estrategia