Gobierno defiende nueva norma de etiquetado ante críticas de empresas
«Eso es falso. Hay que leerse el reglamento». Tajante fue el gobierno a la hora de responder a las críticas que hicieron las principales empresas de consumo del país al proyecto de etiquetado de alimentos. A través del jefe de División de Políticas Públicas, Tito Pizarro, el Ministerio de Salud dijo que la iniciativa es absolutamente consistente con lo que está sucediendo a nivel mundial, tanto en la forma de medición como en los límites que se proponen.
La autoridad precisó, en primer término, que los signos de «exceso de» que deberán plasmarse en el producto son una advertencia, pero que esto no implica que no se pueda poner otra información positiva del producto. «El reglamento lo que dice es que si hay exceso en azúcar, no puede haber mensajes (favorables) en relación a ese nutriente, pero puede decir cualquier otro mensaje positivo, como ‘rico en fibra'», explicó. «Puede poner toda la información que la empresa considere y que esté dentro de la ley», subrayó.
En la misma línea, explicó que el hecho de que se utilicen los cien gramos como la forma para medir las cantidades de calorías, azúcar o grasa responde a que permite una comparación universal. «El organismo mundial de está regulación (el Codex Alimentarius Commission) regula por 100 gramos, por ende, tenemos que alinearnos con el mundo (…) Por porción es muy complejo, porque nos obliga a definir las porciones obligatorias para todos». Asegura, no obstante, que en el envase continuará existiendo la tabla nutricional, medida por 100 gramos y también por porción, como es hoy. «La tabla nutricional es una información muy importante que, incluso se va a mejorar», precisa. «La GDA (tabla nutricional), si bien no está prohibida, no se entiende», dice.
En relación con los límites que se establecieron para determinar si un producto está excedido en calorías, grasas saturadas, azúcares o sodio, reconoce que son exigentes, pero cumplibles. «Está calculado en base a revisar los alimentos que la naturaleza nos da. Con esos límites no vas a afectar la salud», explica. Añade que dado ello, las empresas van a tener que trabajar en reducir sus niveles. Ejemplifica con el hecho de que en el mundo ya hay compañías haciendo papas fritas casi sin sal. «Ahora, las bebidas es obvio que van a quedar con exceso de azúcar; la pastelería envasada también y es bueno que la gente lo sepa. La industria de esos alimentos va a verse afectada si no desarrolla alimentos que no tengan exceso de», precisa.
Dado lo anterior, niega la posibilidad de que esta normativa afecte el comercio exterior: «Eso no se cierto. Cuando uno va a cualquier país del mundo, lo obligan a etiquetar como dice el país, y hay tantos etiquetados como países existen en el mundo», asegura. Reconoce, eso sí, que la publicidad para niños de los productos excedidos será restringida y no podrá asociarse a ganchos para comercializarla. «Las cajitas felices que quieran incluir un regalo deberán reducir sus niveles y no estar excedidos», explica. «Muchas empresas en Estados Unidos y Europa han tenido «cajas sin» por reglamentos similares (…) Esto es una restricción al estímulo exagerado a los niños. Los productos se pueden vender y comprar, la restricción es a la publicidad dirigida a los niños», concluye.
Fuente : El Mercurio