Antes que finalice este año, las empresas de todos los tamaños contarán con una nueva alternativa que reducirá los costos y facilitará su acceso a créditos. Se trata de un Registro de Prendas sin Desplazamiento que dará certeza jurídica a un conjunto de garantías con que cuentan las empresas, pero que hoy no pueden utilizar para tramitar un préstamo.

Si bien la iniciativa está incorporada en la ley de Mercado de Capitales II promulgada a mediados de 2007, el trabajo conjunto de los ministerios de Hacienda y Justicia respecto del reglamento que da el marco normativo al mencionado registro y los dos llamados a licitación que se declararon desiertos porque los postulantes no cumplían con los requisitos para administrar la base tecnológica, han retrasado el proceso.

Aún así, dicha normativa está pronta a ser dictada y la licitación ya fue adjudicada hace seis meses por el Registro Civil – organismo a cargo de este proceso– a la empresa Pragma S.A., por lo que se espera que esté operativo a fines del presente ejercicio.

En ese sentido, el encargado de la implementación del registro, Víctor Rebolledo, adelanta que el reglamento «debería ingresarse pronto a la Contraloría y luego de ello se dicta».

Con esto, se materializa el sentido de la ley, pues elimina o deja sin efecto las normas de prenda especiales que rigen en la actualidad –agraria e industrial, entre otras–, y las unifica en una solo texto legal. Todo lo anterior, estará contenido en un registro que transparentará los contratos de prenda y que, además, reducirá los costos de trámite hasta no más de 1 UTM ($ 37.083). Hoy cuesta alrededor de $ 100.000.

Positivo impacto

Para el socio tributario de PricewaterhouseCoopers, Marcelo Laport, los beneficios se pueden dividir en tres. Desde su perspectiva, lo principal es que las empresas grandes y pequeñas tendrán más facilidad para acceder al crédito, porque les permite dar una garantía que es muy segura para los acreedores. También, bajará los costos de los préstamos, ya que el interés que se cobra depende del riesgo y, con las modificaciones, tendería a disminuir.

En cuanto a los acreedores, agrega que el nuevo sistema les entrega más seguridad respecto de la existencia de un registro. «Esto, unido con a la simplicidad para constituir prendas, le va a inyectar mucha agilidad al sistema», destaca.

Aunque advierte que se debe tener claro que los acreedores no dan los créditos sólo en base a garantías.Si bien es un elemento más, los dan de acuerdo a los flujos de los deudores.»Es un sistema que ayuda mucho, pero que, por si solo, no asegura el otorgamiento de crédito», afirma.

Utilidades

Entre las incorporaciones de la nueva ley, Rebolledo sostiene que se podrán prendar algunos derechos (concesión), las utilidades futuras y la universalidad de hecho (conjunto de cosas muebles que las hacen identificables como un todo).

En ese sentido, Laport ejemplifica que los inventarios que pueda tener una empresa servirán de garantía y que a medida que se van vendiendo, se van reemplazando inmediatamente. En el caso de las grandes empresas, indica que compañías del retail podrían establecer prenda por todas las cosas que tienen en una bodega determinada.

Fuente : El Diario Financiero