Una de las múltiples aristas del caso La Polar, fue descrita por el ex product manager del cuestionado retailer, Edson Araujo: el cruce y robo de información a Fonasa, hecho que es investigado por el Ministerio Público y que consta en su carpeta de antecedentes.

La Génesis

Araujo declaró a la Fiscalía Centro Norte que todo comenzó en abril o mayo del año 2010, cuando «empecé a participar del Comité de Cobranzas que se creó en La Polar. También participaban –entre otros ejecutivos– Nicolás Ramírez, Julián Moreno, Jorge Rojas, Ismael Tapia, Juan Carlos Leiva y Manuel de La Prida».

Allí se hablaba, según Araujo, de cómo mejorar la cobranza a los clientes, analizando qué tipo de información «debíamos tener para realizar esto. En cuanto a las cifras, sólo se indicó que la cartera sobre la que trabajábamos era de unas 400.000 personas, pero sin señalar cuáles de ellos estaban o no renegociados».

El Programa

Dentro de este contexto, Manuel de La Prida, a fines de octubre de 2010, «me solicitó como actividad la identificación de los clientes fallecidos, instruyéndome que por la página de Fonasa se hacía la consulta entregándome un nombre de usuario y una clave, en donde se ingresaba el RUT y aparecían los datos de la gente. Me pidió que yo automatizara a través de la creación de un programa computacional esta consulta», confesó Araujo.

Araujo creó el programa en un par de días, posteriormente La Polar lo dejó «corriendo» todo un fin de semana. El sistema «lo que hacía era emular como que una persona estuviese accediendo a la página de Fonasa utilizando el usuario y clave que me dio Manuel de La Prida, comenzando una sesión. Estaba nutrido de todas las cédulas de los clientes que tenían deudas con La Polar».

Por sí solo, el programa elaborado por Araujo marcaba a las personas que se encontraban fallecidas en Fonasa, y además registraba el domicilio de ellas. Y esto no es todo, ya que «se consultó por todos los clientes de La Polar que mantuvieran deudas, y no sólo los 400.000 de los que se hablaba en el Comité».

Asimismo, una vez que La Polar ingresaba a Fonasa, el programa automatizaba las consultas de las cédulas y recogía de vuelta la información del domicilio del cliente y señalaba si se encontraba fallecido o no. Con estos datos se elaboraba un archivo. «Esta información, además, iba a ser utilizada para la tramitación del seguro de desgravamen, aunque desconozco mayores detalles», admitió Araujo.

Ultimos Intentos

Algunas semanas antes que Julián Moreno se fuera de La Polar y saliera a la luz el caso repactaciones unilaterales –a inicios de junio de 2011–, él y Manuel de La Prida «me solicitaron dejar correr el programa para actualizar la información, utilizando la cartera completa de clientes con deuda», afirmó Araujo.

«Yo no sé qué requisito se debe cumplir para obtener una de esas claves. Yo no pregunté de dónde la sacaron, me imaginé que era una forma con la que trabajaba el equipo de Manuel de La Prida», finalizó Araujo.

Fuente : Estrategia