Estudio revela que Chile está entre países con menos diversificación productiva en A. Latina
Uno de los mitos que rodean a la economía chilena es que es la «estrella de la región». Una de las economías más saludables y con un crecimiento sostenible.
Pero dentro de algunos años ello puede no ser más que una anécdota. Eso advierte, entre otras cosas, el estudio que presentarán hoy miércoles en Harvard el economista Ricardo Hausmann, director del Centro para el Desarrollo Internacional de esa universidad, y el físico chileno y profesor del MIT, César Hidalgo.
Hausmann, Hidalgo y otros investigadores elaboraron el Atlas de la Complejidad Económica para responder la pregunta de por qué crecen los países.
Su respuesta es que los países ricos, los que logran dar el salto hacia el desarrollo, son aquellos que tienen un elevado «conocimiento productivo». Esto es, cuyas sociedades saben hacer muchas cosas. Un conocimiento que no se adquiere en las escuelas o universidad, sino que sólo se genera a través del impulso de industrias con un mayor grado de sofisticación, que, por ejemplo, la mera exportación de materias primas.
Japón, Alemania, Suiza, Suecia y Austria aparecen en el estudio como los países cuyas sociedades tienen un conocimiento productivo más amplio y distribuido.
Dentro de América Latina, Brasil, México, Paraguay y Colombia aparecen como los países que más han aumentado la complejidad de sus industrias entre 1964 y 2008. Al otro extremo aparecen Chile y Venezuela, con canastas exportadoras cada vez más concentradas en commodities.
Hausmann explica que el estudio, que incluye a 128 economías, también permite concluir que a mayor conocimiento productivo se produce una mayor expansión PIB per cápita y un cierre en las brechas de ingresos de la población.
De hecho, entre 2009 y 2020 se proyecta que el PIB per cápita de Chile se expanda en promedio un 2,05%, mientras que el de Colombia y Brasil aumentarían 3,02% y 2,73%, respectivamente.
Hausmann e Hidalgo presentarán este estudio en Santiago el próximo 10 de noviembre en la cumbre Lacea–Lames, que organiza la U. Adolfo Ibáñez.
Fuente : El Mercurio