Son once los productos que salen de Chile y que, dado su éxito, copan la llamada «cuota arancelaria»: un cupo (normalmente por volumen) de un determinado producto que puede ingresar a otro país sin pagar arancel. Están incluidos en algunos de los acuerdos de libre comercio que ha suscrito nuestro país y beneficia a unos pocos artículos.

Lo habitual es que estos cupos vayan incrementándose año a año y, en general, se fijan de acuerdo a los volúmenes históricos de exportaciones a cada país.

Que excedan la cuota establecida –y que, por lo tanto, deban pagar un arancel mayor para seguir vendiendo a ese destino– puede darse por varios factores. Según explican en la Dirección Económica de la Cancillería (Direcon), los principales son que las condiciones de acceso fuera de la cuota no son tan restrictivas o que se trata de un mercado tan ventajoso que, aun pagando arancel fuera del cupo, el negocio sigue siendo competitivo.

Algunas «cuotas» que se quedaron chicas
Hay al menos once productos que exceden sus cuotas en distintos mercados.

En Estados Unidos, los denominados «otros productos lácteos»–pastas para untar, productos de chocolate que contengan leche, preparación para alimentación infantil, preparaciones de cacao, suero lácteo y helados, entre otros– coparon la cuota de 777 toneladas al 2012, y debieron pagar entre 20.5 centavos/kg y 62 centavos/kg adicionales.

En 2012 se exportaron 1.884 toneladas de estos productos.

También se vende bien la pasta de tomate, que se exporta a Japón. En la Direcon dicen que el tomate es una de las principales frutas en la dieta japonesa, incluso es uno de los países que más consume ketchup. En 2012 realizaron importaciones desde el mundo por US$ 175 millones y Chile ocupó el 5° lugar como proveedor con US$ 17,5 millones y una participación de 10%.

El año pasado, de Chile salieron 15.539 toneladas a Japón, y la cuota era de 5.000.

Turquía es otro de los destinos que concentra varios de estos productos «estrella». Entre ellos, los bulbos, cebollas, tubérculos, plantas y raíces de achicoria, entre otros, coparon su cuota de 100 toneladas, llegando a 144 en 2012. Las ciruelas secas también fueron «un éxito», con 883 toneladas enviadas el año pasado mientras que la cuota era de solo 200.

En la Unión Europea, los ajos tienen como principal destino España, seguida por Holanda y Francia. Al 2012, la cuota con arancel preferencial era de 767 toneladas e ingresaron 2.837 toneladas.

Por qué algunas no se usan
También hay productos que no utilizan toda su cuota.

Entre las razones, la Direcon menciona la complejidad para las autorizaciones sanitarias, que se tramitan para cada producto. «Por ejemplo, la carne bovina en Corea, que solo el año pasado logró autorización sanitaria y hace algunas semanas partió el primer cargamento. Lo mismo para mandarinas», dicen.

También está el hecho de que la cuota es tan pequeña que no justifica su uso. Esto sucede con los confites, chocolates y galletas para la Unión Europea, donde no vale la pena incurrir en gastos si la posibilidad de exportar es muy chica. Lo mismo pasa con los hongos o el atún a ese continente.

Y puede pasar que la administración y/o asignación de la cuota sea tan compleja (en el país importador) que al final no se puede aprovechar.

Fuente : La Segunda