El mapa olivícola que hará de Chile proveedor del 5% del mercado mundial.
Pese a que en 2007 se comenzó a hablar de un boom»en el mercado del aceite de oliva, explicado por el masivo ingreso de empresarios de peso al rubro, al interior de esta incipiente industria dicen que aún estamos lejos de atravesar el peak del sector y que, por el contrario, recién comenzaremos a ver la madurez de Chile como un actor relevante a nivel regional en la producción de aceite de oliva.
En el mercado existen inversionistas que llevan más de media década en el negocio, como la familia Cánepa a través de Terramater, pero los grandes grupos que arribaron al negocio hace tres o cuatro años, empiezan a ver los primeros resultados de sus inversiones.
«Se dijo que el boom fue entre 2007 y 2008, pero ese fue el período de ingreso al sector y ahora recién se va a comenzara ver resultados, que de aquí a dos o tres años estarán totalmente maduros; comentó el empresario y ex presidente de ChileOliva, Juan Carlos Fabres.
De acuerdo con estimaciones del gremio que agrupa a los productores del sector, ChileOliva, el país tiene hoy cerca de 20.000 hectáreas (há) plantadas, y podría en diez años alcanzar –con todos los proyectos en carpeta– las 100.000 ha. «Siendo esto poco más del 5% de la producción mundial actual’,’ detalló su presidente, Juan Pablo Barrios.
El también gerente general de Valle Grande (Olave/Angelini) –una de las iniciativas en el top five a nivel país–, comentó que lo anterior se traducirá en que Chile generará una producción de 180 millones de litros. Un salto nada de despreciable, habida cuenta de que hoy se producen 36 millones de litros al año.
El gran vecindario
Si hay industrias como el retail o la banca que convocan capitales de grandes grupos, la industria del olivo ha formado –en tan solo unos años– un gruilede elite.
Entre quienes lideran los proyectos más relevantes destacan Alfonso Swett, que a través de Olisur cuenta con 2.600 hectáreas propias, de las cuales 1.200 están plantadas.
Las superficies más importantes se completan con los Sarquis, (Agroindustrial Siracusa); Clemente Eblen (Monteolivo); Valle Grande (Olave/Angelini); Olivares de Quepu (que arrienda sus campos a Tucapel); y Valle Arriba (operación que la familia Cardemil vendió a Alimentos Camil.
A ellos se suma una lista no menor de otros hombres de negocios que ya han aterrizado al sector: los Luksic, los Matte, Jorge Selume, la familia Sahli, Aurelio Montes, la dupla Said–Kassis y más de cuarenta compañías, a quienes también se les deberá reconocer el aporte que harán para inscribira Chile en el mapa mundial.
¿Made in Chile?
Una de las interrogantes que surge al momento de plantearse las metas productivas de Chile es por qué europeos y actores de peso a nivel mundial están dejando espacios para que el país se perfile como un competidor de temer en un horizonte cercano.
Barrios no se da mucha vueltas para explicar que los atributos que lo permiten son varios, tantos que actores extranjeros como Hojiblanca o Bogaris han elegido a Chile como destino de sus inversiones, tomando en cuenta que Portugal y España –potencias en la materia–, están casi copados en superficie agrícola olivícola.
«Aún hay grandes paños de tierra que cuentan con las condiciones para ser plantados y las tierras todavía tienen un valor razonable en comparación con Europa o California», señala.
Pero el precio no es todo. El clima, con poca humedad, sumado a ventajas sanitarias, han hecho de Chile un destino interesante.
Estos son algunos de los factores que tuvieron a mano los gigantes hispanos Bogaris, que en su ingreso al mercado local compraron 1.000 hectáreas en la región de O’Higgins. Y eso sólo para comenzar, porque el subdirector ‘general de la firma en Chile, Arturo Leiva, detalla que su master plan es llegar a las 5 Q000 há en el mercado local. Por ahora están buscando tierras.
La tarea pendiente
Todos los ángulos para hacer de este un negocio rentable se han resguardado, pero hay una tarea pendiente en el sector que ellos mismos reconocen:el bajo consumo per capita en Chile.
Juan Carlos Fabres explica que los últimos tres años los precios se han mantenido casi iguales en el retail, al igual que el consumo, que sigue cercano a 300 gramos por persona.
La meta sería que la industria se desarrollara a la par de su crecimiento agroindustrial. Algo para tener en cuenta, ya que en España el 96,4% de las familias compra aceite de oliva, un producto conocido en ese mercado como el «oro verde» de los vegetales.
Fuente : El Diario Financiero