El Factor Southern Cross en el Escándalo La Polar
La Polar es una «caja de Pandora»… y. dados los antecedentes que se conocen día a día, es difícil saber lo que se va a encontrar.
Pero una de las cosas que sí está clara, es que muchos que otrora fueron catalogados como genios de las finanzas y dictaban conferencias en diferentes seminarios en Chile y Latinoamérica. hoy están sumidos en el más profundo de los silencios. Es que varios de ellos. si ya no están querellados o demandados, saben que la «bola de la nieve» de La Polar pronto los tocará, y por ello tienen claro que tarde o temprano deberán declarar a la SVS o la Fiscalía Centro Norte.
Y aunque en lo inmediato las miradas de la Superintendencia de Valores y Seguros y de la justicia están dirigidas principalmente a los cuatro ex gerentes de La Polar querellados criminalmente por la empresa, junto a la auditora PwC, existe coincidencia en que el caso tocará a ex directores de la compañía. De hecho, en la acción judicial presentada por la empresa se establece que el sistema de «normalizaciones» –repactaciones unilaterales que afectaron a cerca de 420 mil clientes– comenzaron desde hace «al menos cinco años».
Este antecedente, en la práctica, implica que la SVS y el Ministerio Público deberían citar a ejecutivos y ex directores que a lo menos estuvieron desde 2005, pues de hecho así lo solicita la querella que interpuso la cadena. ahora liderada por César Barros. Y en ese contexto, tendría que concurrir a declarar el núcleo duro de Southem Cross dado que en ese año el presidente de La Polar era el argentino Norberto Morita, mientras que el vicepresidente era el chileno Raúl Sotomayor.
EL FACTOR SOUTHERN CROSS
Y en este contexto, Monta y Sotomayor tienen absoluta claridad de que tendrán que aclarar ante la justicia y la SVS su participación en el mayor escándalo financiero de los últimos años. De hecho, aunque la querella de La Polar apunta a responsabilidades a partir de 2005, ya hay declaraciones que afirman que las malas prácticas comenzaron en 2003, y otras que el «modelo de negocios» se habría incubado incluso antes. En lo inmediato, Sotomayor es sindicado en la querella de La Polar como el nexo con el comité de directores para aprobar los stock options (entrega de acciones para los ejecutivos), mecanismo que es acusado como un incentivo perverso para abultar los resultados, pues si los estados financieros eran buenos, el mercado hacía subir el valor de las acciones.
La historia de la nueva La Polar comienza el 6 de enero de 1999, cuando Southern Cross toma el control en unos US$25 millones de tina cadena a punto de quebrar, con sólo 12 tiendas y unos 300 mi clientes. El 2006 –en octubre termina de salir de la propiedad Monta y sus socios– contaba con 33 tiendas, 2,2 millones de bujetas de crédito emitidas. con una tasa de =cimiento anual de 34% desde 1999.
LLEGA ALCALDE
Y fue en ese año –los primeros días de enero de 1999–cuando Pablo Alcalde llegó a la compañía reclutado por Raúl Sotomayor y Norberto Monta. Este ejecutivo. horabre de absoluta confianza de los Southern Cross, aplicó los conceptos de sus maestros y llevó a La Polar a tener 43 locales en Chile, además de la internacionalización a Colombia, llegando la empresa a lograr un valor bursátil de US$1.800 millones a fines de septiembre de 2010. A la luz de esas cifras, Alcalde era un hombre respetado en el mundo de los negocios, siendo orador frecuente en cuánto seminario se dictaba, en los cuales se ufanaba de sus éxitos en La Polar, afirma un analista bursátil. Pero todo era una burbuja que estalló…
¿Y sus gestores? La historia de Southern Cross (SC) nace en 1998, cuando el ingeniero químico argentino–japonés Norberto Monta (66 años) funda junto al ingeniero trasandino, Horacio Rey–ser, y el cubano–estadounidense, Ricardo Rodríguez, el mayor fondo de Sudamérica, el que hoy maneja activos por unos US$2.000 millones. El chileno Raúl Sotomayor, aunque en la propia página web del fondo no es considerado fundador, también está desde el origen, y además se señala que ha trabajado «cercanamente– en diversos proyectos estratégicos con Morita. El argentino Sebastián Villa, en tanto, desde 2005 también es socio del fondo, siendo el quinto de los mosqueteros del «fondo buitre», como muchos lo denominan en Argentina. Además, trabajan en SC unos 15 profesionales que laboran en oficinas distribuidas en Argentina, Brasil. Chile, México y Estados Unidos.
Mientras el portfolio de inversiones ha abarcado compañías de Argentina, Brasil, Chile, Perú, Uruguay, Paraguay, Bolivia y México. ¿Y los aportantes? A la fecha Southern Cross ha logrado levantar cuatro fondos cerrados (private equity), siendo el último Southern Cross Latin America Private Equity Fund IV, el que con una meta original de LIS$1.250 millones, se cerró con compromisos por unos US$1.700 millones, según detalló a fines de septiembre del año pasado Stanwich Advisors, banco de inversiones asesor en el extranjero, mientras en Chile lo hizo Celfin con los institucionales. En su trayectoria, SC ha logrado captar fondos de personas naturales de alto patrimonio e inversionistas institucionales de nuestro país (principalmente AFP), de Sudamérica, Estados Unidos, China y Qatar, entre otros.
Fuente : Estrategia