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Crisis modifica el Mapa de Propiedad Empresarial

Crisis modifica el Mapa de Propiedad Empresarial
17 agosto, 2009

Una crisis de la magnitud de la existente a nivel global, necesariamente debe modificar el Mapa de la Extrema Riqueza y producir cambios de propiedad. Un ejemplo de ello es la promesa de compraventa de los activos de la transnacional francesa Lafarge Chile a favor del poderoso grupo peruano Brescia –uno de los mayores en importancia del vecino país–, en una operación cifrada en US$ 555 millones. Entre los activos considerados figuran la planta de cementos en La Calera, la estación de molienda en Puerto Montt, 54 plantas de hormigón, cinco de áridos y una de morteros, además de terrenos en Santiago. Lafarge poseía el 84,2% de la propiedad de la ex Cementos Melón.

Anteriormente Lafarge terminó con sus operaciones en Canadá, Bélgica, Turquía y Egipto. El curso negativo de la economía mundial le condujo a una reestructuración en muchos sectores, entre ellos los vinculados a la industria de la construcción, uno de los más golpeados por la crisis mundial. El consorcio francés llegó a Chile en 2001, adquiriendo Cementos Melón a la inglesa Blue Circle en US$4.700 millones.
Recursos del país siguen traspasándose así entre intereses extranjeras.

El traspaso se originó en la necesidad de hacer caja, como modo de hacer frente a la crisis económica y sus negativos efectos en la industria de la construcción. Entre dichos impactos está la contracción del sector en el país, con una disminución de ventas y utilidades importantes. En el primer semestre de 2009, de acuerdo a su estado de resultados, las ganancias de Lafarge Chile se redujeron con relación a enero junio de 2008 en un 91%, disminuyendo de $11.125 millones a sólo $929 millones.

En 2008, Lafarge Chile fue el principal productor de cementos en territorio nacional, vendiendo 1.600.000 toneladas, un 33% del total. El mercado nacional del cemento desde hace años se distribuye más o menos en partes iguales entre tres consorcios, dos extranjero y uno nacional, el grupo Briones.

Brescia es uno de los mayores grupos empresariales peruanos y el más diversificado. Cifras de 2008, consignadas por «The Top 10.000 Companies 2009» cifra el patrimonio del grupo en unos US$3.000 millones y al encabezado por Dionisio Romero en US$2.000 millones. Es el principal actor global en el mercado de la harina de pescado.

A través de la empresa pesquera TASA controla el 6% de su comercio mundial. En la producción de estaño, por intermedio de la minera Minsur, es el tercer mayor productor de la tierra, con un 12% del total gracias a explotaciones en Brasil y Perú. En el sector bancario, es socio en partes iguales con el consorcio español Bilbao Vizcaya Argentaria en el banco peruano BBVA Continental, uno de los mayores en el vecino país. Además posee entre otros sectores presencia en el inmobiliario, hotelero y previsional, a través de la AFP Horizonte, donde también se encuentran asociado en partes iguales con el BBVA. Finalmente, con el grupo chileno Sigdo Koppers participa en la construcción de una planta petroquímica al sur de Perú, con una inversión de US$650 millones.

La operación constituye un salto en la inversión peruana en el país. El monto comprometido equivale a doce veces su inversión materializada en Chile desde 1974, según los antecedentes del Comité de Inversiones Extranjeras. Hasta el momento la inversión más grande del vecino país era la efectuada por el grupo Romero en el BCI y en el terminal pórtuario de Arica donde se encuentran asociado con los grupos Von Appen, Claro y Urenda. La salida al exterior de los grupos económicos peruanos es un fenómeno posterior al de la internacionalización de sus similares chilenos.

Otro ejemplo provino, de la deteriorada aseguradora holandesa ING que vendió la cartera de rentas vitalicias y créditos hipotecarios de su filial en Chile, ING Seguros de Vida, a Corpgroup en US$350 millones. La ley de seguros le permite que una compañia de seguros adquiera otra. La venta obedeció a la decisión de la casa matriz de deshacerse de aquellos activos que considera no estratégicos con vistas a mejorar su situación financiera global. La transnacional holandesa seguirá actuando como tal en seguros individuales y colectivos.

Con esta adquisición, Corpgroup se transforma en la empresa más fuerte en el mercado nacional de rentas vitalicias y aumentará, simultáneamente, su presencia en el negocio de seguros de vida. Usando como referencia los datos de marzo pasado, tendría un porcentaje de participación en rentas vitalicias cercano al 22%, desplazando del primer lugar a la norteamericana Metlife Chile. CorpVida es una filial del Corp Group Vida Chile S.A., donde el grupo económico encabezado por Alvaro Saieh posee el 66% de los títulos. El 33% restante está en poder del conglomerado estadounidense Mass Mutual International.

La venta de activos por las grandes aseguradoras transnacionales es una necesidad generalizada. American International Group (AIG), que fuese la mayor aseguradora mundial, debe hacerlo para devolver a los contribuyentes norteamericanos los US$182.500 millones de fondos públicos que se le proporcionaron para impedir su quiebra, al predominar la concepción de que las grandes instituciones financieras mundiales no pueden correr esta suerte. Por tanto, en el pais donde varias de estas grandes aseguradoras están presente pueden darse nuevas ventas de filiales o parte de sus negocios como el efectuado por ING.

Las crisis económicas reducen los procesos de fusiones y adquisiciones, así como el movimiento de capitales, pero a la vez el deterioro de activos crea oportunidades para quienes disponen de recursos líquidos o tienen capacidad para obtener financiamiento. La transnacional nipona Mitsubishi Corporation, en un momento de debilitamiento de la cotización del acero en los mercados internacionales, aumentó su participación en la propiedad de CAP, que al finalizar junio alcanzó a un 19,27% del total, consolidándose como su segundo mayor accionista.

Sus planes son llegar a un 25%, para aprovechar una modificación tributaria vigente en Japón desde el primero de abril estableciendo que las empresas de ese país que posean a lo menos dicho porcentaje en compañías extranjeras productoras de materias primas podrán reducir el 95% del impuesto sobre los dividendos percibidos por dichas inversiones. Una de las filiales de CAP es la Compañía Minera del Pacífico, que explota los yacimientos de hierro. La determinación impositiva nipona se inscribe dentro de la disputa existente a nivel mundial por tener el control o ganar presencia en sectores de recursos naturales.

En 2007, año de inicio de la crisis las inversiones extranjeras directas (IED), o sea las orientadas hacia actividades productivas y buscando tomar o tener ingerencia en el control de empresas, alcanzó globalmente a US$2,03 billones, culminando así cuatro años de crecimiento. Economist Intelligence Unit (EIU) estima que en 2008 descendieron en un 17% a US$ 1,68 billón, proceso de reducción que se ha mantenido en el curso de 2009.

«La caída de la IED – resume EIU– refleja una serie de factores. Además del incremento en la aversión al riesgo y dificultades de financiamiento, los precios más bajos de los commodities están limitando la IED en recursos naturales. Las multinacionales –añadió– están repatriando en lugar de reinvertir para reforzar los balances».

La reducción de IED a los países emergentes disminuyó más lentamente que entre los países desarrollados y durante un cierto lapso continuaron creciendo. El monto total en el 2008 incluso fue superior a 2007. En enero–marzo de 2009 la intensificación de la crisis también le afectó.

La correlación entre la IED y las adquisiciones y fusiones transfronteriza es muy estrecha. Desde luego parte de estas últimas se originan en IED. Economist Intelligence estima que en 2008 las compras y fusiones transfronterizas globales alcanzaron a US$1,2 billones con una reducción en comparación a 2007 de 29%. En el primer semestre de 2009 sumaron US$968.000 millones, más o menos un 40% al monto registrado en enero–junio 2007, lapso previo al inicio de la crisis.

La crisis económica frenó también los procesos de adquisiciones y fusiones al interior del país. En el primer semestre de 2009, el número de operaciones –de acuerdo a un estudio efectuado por al división de Asesorías en Transacción de Ernst & Young–fue sólo de 17 operaciones, un 47% menos que en los mismo meses de 2008, cuando ya habían descendido a 32.

Sin embargo, el monto comprometido creció a US$5.233 millones, triplicando la suma del primer semestre de 2008. La explicación reside en que el mencionado lapso se concretó la adquisición de D&S por la transnacional estadounidense Wal–Mart por un monto total de US$1.983 millones. En un período de bajas operaciones una de importancia mueve extraordinariamente los recursos comprometidos.

Durante el primer semestre, las principales fusiones y adquisiciones explicando un, alto porcentaje del total se efectuaron en el sector del comercio al detalle. Además del ingreso de Wal–Mart, Falabella adquirió la participación que en el Mall Calama poseían Cencosud, Ripley y D&S; SMU del grupo Saieh, tomó el control de los hipermercados Arauco y el Fondo de inversiones Southern Cross de Full Fresh. Este sector representó un 72,5% del monto total, al alcanzar a US$3.794 millones.

Fuente : El Siglo