Andrés Olivos y sus planes tras Parque Arauco: «Mi intención es desarrollarme en el mundo inmobiliario»
Andrés Olivos recuerda perfectamente la primera vez que habló con José Said. Fue en 1992 y lo presentaban al directorio de Embotelladora Andina, recién asumido como gerente de finanzas. «Lo primero que me preguntó fue: ‘¿usted habla inglés? Es fundamental que mejore su inglés’, me dijo. Le hice caso y el 94 me fui a Estados Unidos», rememora Olivos.
De CFO de Andina, Juan Andrés Olivos Bambach pasó –a mediados de 2003– a liderar Parque Arauco, otra de las empresas de los Said, totalizando así 20 años de un ciclo ejecutivo junto a este conglomerado. Pero esa etapa llegó a su fin. Desde el miércoles, la vicepresidencia de este grupo inmobiliario la tomará Juan Antonio Álvarez, ex hombre fuerte de Compañía Sudamericana de Vapores, y yerno de José Said.
Olivos (53) decidió dar un paso al lado. «La decisión fue muy preparada y madurada, porque yo ya quería dejar el día a día y focalizarme en un trabajo más estratégico, de pensar negocios», cuenta desde su oficina, ya desocupada por completo de fotos y recuerdos personales.
Cuenta que inició conversaciones directas con José Said a principios de 2010. «Habíamos cerrado un 2009 espectacular y le fui a pedir un regalo: que quería irme a estudiar a Standford, y me iba a desaparecer un par de meses de la compañía. Y quería que me lo regalara. Por supuesto que lo hizo», cuenta, sobre un episodio en que también le anticipó su proyecto de dejar las labores ejecutivas.
«Cada vez me fui convenciendo de que era el minuto de dejarle el espacio a un nuevo vicepresidente. Le dije que era el momento de pensar en la sucesión y él lo entendió», relata.
–¿La situación de Álvarez y Sudamericana presionó su salida de Parque Arauco?
«No, no tuvo nada que ver. Yo tampoco sabía que él podía ser el sucesor. Son eventos bastante independientes».
–Se podría pensar que fue porque se necesitaba el cupo. En Sudamericana hay un cambio de controlador, y era previsible que él saliera.
«No. Si hubiera sido así, ellos me hubieran dicho a mí que era el minuto y ‘hagamos el cambio’. Lo que gatilla todo es mi decisión de terminar. Aún cuando creo que para ellos puede haber sido una feliz coincidencia: tenían que resolver un problema del liderazgo de Parque Arauco, con la posibilidad de que Juan Antonio pudiera tomarlo».
–¿Le consultaron por nombres de posibles candidatos?
«Sí, durante el tiempo que vimos este proceso surgieron algunos nombres. Algunos nombres que se me ocurrieron a mí y otros que se les ocurrieron a ellos. Y por distintas razones se estimó que no eran las personas adecuadas. Yo personalmente nunca escuché que Juan Antonio estuviera dentro (de los nombres). Yo a él no lo conocía, lo he conocido ahora. Es un gran profesional y con todo derecho y motivación querrá participar en los negocios de la familia. Me parece bien».
Olivos enfatiza: «Es un muy buen sucesor. Es una persona con enorme experiencia y también lo ha pasado mal, vivió una experiencia de mercado muy difícil y esas cosas dejan mucha enseñanza. Yo creo que un gerente o ejecutivo no sólo puede tener éxito en su vida. También tiene que tener fracasos. Eso forma mucho», dice.
Pese a su partida, Andrés Olivos no se desligará totalmente de Parque Arauco.
Le han ofrecido que se quede como asesor del directorio y del nuevo vicepresidente ejecutivo, y apoyar la transición: ya tienen en carpeta viajes a Perú y Colombia para que Juan Antonio Álvarez conozca a los socios y los activos que Parque Arauco tiene en esos países. Además, Olivos se queda con algunos directorios, su intención es también inscribirse en el registro de directores para 2012, y quiere emprender.
–¿Qué tan avanzado tiene sus proyectos personales?
«Mi intención es desarrollarme en el mundo inmobiliario, porque es lo que aprendí y lo que siempre me ha gustado. Se me ha acercado gente con recursos para que hagamos cosas. Pueden ser oficinas, pero todavía no lo tengo resuelto. No sería únicamente en Chile, y siempre acompañado con socios y en temas que no van a competir con Parque Arauco. Voy a cuidar mucho de no generar conflicto de interés. Pero no quiero resolver nada ahora. Quiero ver cuánto me necesita el grupo Said, con el que quiero mantener esta vinculación».
–¿Por qué lo inmobiliario?
«Veo que hay muchas oportunidades. Hoy los inversionistas están buscando una clase de activo distinto. Se aburrieron de perder plata con acciones y bonos. Los activos en el mundo caen, salvo los bienes raíces, que suben. Hay una cantidad de liquidez enorme, y lo que más escasea son los proyectos. Me parece que es el minuto».
Arriba del avión
Bajo su gestión, Parque Arauco se multiplicó: cuando llegó, el valor de la compañía era de unos US$ 200 millones y hoy es de casi US$ 1.200 millones. Y se internacionalizó.
«A mí me encantaba editorial Lord Cochrane, que era una empresa con operaciones en tres países, y decía ‘Andina es una empresa tan local’. Al año estábamos creciendo a Brasil, a Argentina, colocamos los ADRs. No me bajé nunca más de un avión. Cuando llegué a Parque Arauco, si bien había una operación en Buenos Aires, no éramos administradores. También decía ‘es bien local’. Y al poco tiempo estábamos subiendo a los aviones, metiéndonos en Perú y Colombia. Así que parece que mi karma es tener que viajar», grafica.
Pero también hubo negocios que no resultaron, como hacerse de una multitienda. Tuvieron dos intentos –Paris y La Polar– a mediados de la década pasada. Hoy Olivos cree que no son necesarios. «Parque Arauco sigue siendo una empresa bien única: no es retail y eso nos hace distintos. Nosotros hacemos la plata no con los grandes operadores, sino con las tiendas de menores superficies. Nos cuestionamos mucho esto. Hicimos el intento, pero nos hemos ido convenciendo de que es mejor esta cierta independencia».
–¿Ahora han visto La Polar?
«No. Ninguna opción, porque no es nuestro negocio. No me cabe duda de que es una compañía que tiene futuro, con los ajustes que tenga que hacer, pero no es para nosotros. Ahora, todo esto es hasta hoy día. A lo mejor mañana Juan Antonio se convence. Pero hasta hoy, la visión de la compañía es ésa».
Olivos también confiesa otros anhelos que no vieron la luz: «Me habría gustado haber podido comprar activos que a nosotros nos gustaban mucho en otros países. Un Galerías Pacífico en la calle Florida en Buenos Aires, o Jockey Plaza en Lima. Con Santiago Cummins alguna vez lo conversamos, pero ellos están con muchos planes».
–¿Qué pasa con la llegada de Parque Arauco a un cuarto país?
«Mi sueño habría sido ir a Brasil, México. Pero bueno, no es un tema para hoy, va a ser tema para algunos años más, creo yo. Viajé y conocí todos esos mercados, pero finalmente los accionistas quisieron ser muy responsables y dijeron que había tanto qué hacer en Colombia, Perú y Chile, que no era el minuto».
Sí forma parte de los proyectos en curso poner en marcha la alianza con Cencosud que anunciaron para la llegada de Paris y los otros formatos de este grupo. Olivos adelanta que ya tienen unos seis a siete terrenos comprados en Perú, y se empiezan a ejecutar ya. «Tenemos un activo que es Chorrillos en Lima y estamos empezando a construir Villa El Salvador, un distrito en el sur de Lima. Se llama Mega Expres, a propósito de Mega Plaza, que es el principal».
Fuente : El Mercurio