A rturo Saldaña dice que está chato. Detenido frente a la barrera de los estacionamientos del Alto Las Condes, reclama indignado por el cobro que partió el 20 de febrero pasado. «Uno viene a comprar y más encima le cobran un dineral por dejar el auto. ¿Voy a venir a pata acaso? Eso debiera estar incluido».

Como él, muchos clientes entran refunfuñando por el cobro que estiman abusivo.

El Alto Las Condes partió el 20 de febrero, con $ 500 la primera hora y $ 500 la media hora siguiente y fracción. Ayer la empresa rebajó los precios a $ 500 las dos primeras horas y $ 300 cada media hora y fracción. Si se cancela con tarjeta parking de prepago, eso sí, se obtiene un descuento del 50% de la cifra total (previa carga de $2.000). «Yo voy a buscar otros malls donde comprar», dice Arturo Arriagada, otro cliente. La finta, sin embargo, no durará mucho. En varios otros malls preparan la mano igual de pesada. En el de La Dehesa ya están instalados los pilares de las barreras, igual que en el Plaza Vespucio, en el Portal Osorno se repite la escena y en el Plaza Norte un empleado aseveró que también se vienen los tickets, tema sobre el cual no abunda la información oficial.

El asunto, era que no, prendió ayer en las redes sociales y hasta generó un llamado a protesta, harto peloláis, hay que decirlo, para el próximo lunes.

Fuentes cercanas a Cencosud explicaron que la medida responde a la necesidad de mejorar los índices de seguridad para cubrir robos o daños.

En Colliers International coinciden. «Según ciertos operadores esta medida surge debido a exigencias de las compañías de seguros por los actuales riesgos», explican.

El corte de cola por el estacionamiento, sin embargo, no tendría un gran impacto sobre la demanda, en opinión de Christian Diez, investigador del Centro de Estudios del Retail de la Universidad de Chile. «No debiera influir mucho en el flujo de clientes por las ventajas de seguridad percibida y hacer las compras en un solo lugar sobre otras alternativas», explica.

Aún así el centro comercial puede tener un impacto en imagen en un determinado público.

«Sí puede haber un impacto en la actitud de los clientes, sobre todo en los que tienen un monto de compra alto. Ellos pueden sentir que están siendo estrujados por el mall, porque la medida la pueden ver como ingresos obtenidos por un servicio que debiera estar incluido, lo que puede afectar la imagen de marca y la fidelidad del cliente», agrega Diez.

Fuente : Las Últimas Noticias