Con 13 sucursales y 44 cajeros por cada 100 mil habitantes Chile supera ampliamente al promedio de 7 sucursales y 12 cajeros de los países de América Latina.

Sin embargo, al compararse con los países miembros de la OCDE –que promedian 31 sucursales y 63 cajeros por cada 100 mil habitantes–, Chile tiene un potencial de crecimiento que impone un desafío para el mercado.

Y es que Chile debe compararse con estos países y con los desarrollados, dice el gerente general de la Asociación de Bancos, Ricardo Matte, ya que se trata de una economía que supera por lejos a sus pares en la zona y que es capaz de alcanzar los promedios por ejemplo de la Unión Europea, donde hay 47 sucursales y 86 cajeros por cada 100 mil habitantes.

Como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), el stock de créditos bancarios en países de la OCDE llega a 203%. Chile va bien, dice Matte, «porque de acuerdo con las últimas cifras del Fondo Monetario Internacional, los créditos de la sistema bancario en Chile estarían alcanzado el 95% del PIB»

Uno de los factores más importantes en estas diferencias lo constituye el ingreso per cápita del país, dado que existe una correlación directa entre éste y el nivel de profundidad bancaria a nivel internacional, explica el ejecutivo.

«Así, Chile se encuentra en un nivel de bancarización similar a países con ingresos per cápita equivalentes, pero podría avanzar más», precisa.

Tecnología clave

Al cierre de 2010, agrega el experto, existen 2,7 millones de cuentas corrientes; 11,4 millones de tarjetas de débito, 13,7 millones de cuentas de ahorro y cerca de 5 millones de tarjetas de crédito en el sistema. Y en los últimos 20 años, se duplicaron los clientes de créditos hipotecarios, casi en línea con las oficinas bancarias.

El aumento del ingreso de la población, la estabilidad económica del país que ha favorecido el incremento en los niveles de inversión de la industria y el desarrollo de nuevas tecnologías que han propiciado el avance en instrumentos y canales bancarios automatizados, redujeron significativamente los costos de operación y, por ende, contribuyeron a la masificación de los servicios financieros.

Pero en la última década, dice Matte, se generó el alza más importante en bancarización y ello de la mano del avance tecnológico de los servicios automatizados e internet. Así, la banca expandió sus oficinas desde 1.438 en 2002 a 2.261 el año pasado, y la red de cajeros automáticos desde 2.704 a 7.766 en igual período.

Además, en los últimos 10 años el avance de las transacciones con instrumentos distintos de efectivo y cheques, asociadas a E–Banking, cajeros, tarjeta redbank (débito) y de crédito se cuadruplicó, pasando de 200 millones de transacciones a más de 800 millones de operaciones anuales.

Se puede más

Pese a las positivas cifras de crecimiento, según Matte, Chile mantiene la tarea de extender y profundizar la bancarización. Por ejemplo, generando acceso a cuentas vista a todas las personas mayores de 18 años, para incentivar el uso de su efectivo. Asimismo, ampliar la cobertura a todas las comunas del país a través de la corresponsalía bancaria.

Fuente : El Mercurio