A simple vista dicen que no se ve, pero que si uno se acerca se puede observar la gran excavación que se hace en la calle San Francisco, en pleno centro de la sureña ciudad de Puerto Varas, y que deja atrás una larga polémica.

Ahí avanzan los trabajos que comenzaron hace tres meses y que dan vida al primer mall de la urbe del lago Llanquihue: 23 mil metros cuadrados de tiendas y un gran supermercado.

La construcción tendrá tres pisos y será edificada en madera y piedras, para relacionarse mejor con la arquitectura local enraizada en los estilos neorrománico, gótico, neoclásico y ecléctico, propios de los inmigrantes alemanes.

Pero este proyecto, que, según fuentes del grupo Pasmar, permitirá mayores opciones de compra para los turistas y residentes, no siempre fue bien mirado.

Tras una serie de revisiones por parte del municipio, fue aprobado, pero antes, organizaciones como la Corporación de Desarrollo Turístico y Cultural no estaban de acuerdo con su realización. De hecho, aún hay varias opiniones encontradas al interior de la propia entidad. «Esto ya está aprobado. Y se ve bastante bien dentro de todo. Se integraron ciertos elementos que faltaban y que, por eso, habían sido criticados en su momento, pero no sé qué tan necesario puede ser para una ciudad como Puerto Varas un lugar así, porque el comercio establecido en la calle era el mall en sí», afirma Folke Bergstrom, director de la entidad.

Y compara la situación de Puerto Varas con la que vivieron los vecinos de Martín de Zamora, en Santiago, quienes lograron impedir el levantamiento de un mall en esa calle de la comuna de Las Condes: «Se podría haber hecho una encuesta», dice.

Trabajo con el municipio

En el primer semestre de 2012 se inaugurará la obra, que cuenta con una inversión de US$ 15 millones.

El proyecto se gestó en base a «la determinación de contener una oferta atractiva para la ciudad de Puerto Varas», explica Marco Moreno, gerente general del grupo Pasmar, la misma firma que tiene un mall en plena costanera de Puerto Montt.

Cuenta, también, que la revisión que se hizo para la aprobación final de la construcción no se basó en cambios significativos, pero que «sí se mejoró el proyecto, en conjunto con la municipalidad». Por ejemplo, el zinc será reemplazado por tejas.

Sin embargo, el alcalde Ramón Bahamonde afirma que cuando revisaron la autorización, se encontraron con una construcción que partía con tres pisos y que, luego, terminaba en los ocho construidos y que podría haber generado «un impacto negativo, porque iba a ser un comercio muy vivo y con un tránsito que iba a alterar absolutamente las pequeñas calles que tenemos».

Un nuevo tipo de comercio

Pese a las diversas opiniones, el proyecto fue aprobado a fines de 2010 y cambiará la dinámica del comercio en Puerto Varas, la que tendrá más horas de actividad comercial. Según el alcalde Bahamonde, «esto va a venir a remecer las bases de un comercio antiguo, que cerraba a las 19.00».

Fuente : La Tercera