A raíz de la crisis en La Polar otras empresas del mismo sector han sido arrastradas a la baja. Tal comportamiento bursátil, sin embargo, podría ser una sobrerreacción.

«Consideramos que la magnitud de las caídas en las acciones de los otros retailers ha sido exagerada», señala un informe de BCI Estudios. ¿El argumento? De acuerdo al documento, el negocio financiero no tiene la misma importancia en los ingresos consolidados de los retailers y sólo cobra una fuerte relevancia en el caso de La Polar.

Los datos señalan que el 47% de los ingresos totales de La Polar durante primer trimestre de este año provenían del negocio financiero, en tanto que en el caso de Ripley, Falabella y Cencosud representaron el 17,3%, 6,8% y 3,7%, respectivamente.

Según BCI Estudios, eventuales cambios en la regulación afectarían los otros retailers, pero dado que los ingresos financieros representan una pequeña porción dentro del consolidado «se asegura un impacto muy acotado».

Fuente : El Diario Financiero