«Esta es la primera vez que me enfrento a este tipo de problemas con la junta de vecinos», dice Guillermo Allan, dueño de la cervecería Budapest y vocero de la Agrupación Gastronómica de Bilbao–Las Carretas, en La Reina. Como él son otros cinco los locales que se ubican en ese sector que el próximo 16 de julio se quedarán sin poder vender bebidas alcohólicas.

Ello, luego que el concejo municipal decidiera no renovar las patentes de alcoholes a nueve locales comerciales –dos bares, tres cervecerías y un minimercado del sector, otras dos botillerías colindantes al Parque Padre Hurtado y un local de venta de alcohol en Valenzuela Llanos– debido a los reclamos de los habitantes de la zona, que afirman vivir en un entorno inseguro y con constantes desórdenes en las noches. Mónica Alzérreca, presidenta de la junta de vecinos, cuenta que por más de 40 años ha vivido en el sector, pero en este último tiempo «tenemos que soportar que los jóvenes en la noche pasen botando los tarros de basura, tocando los timbres hasta las cinco de la madrugada y que haya robos a plena luz del día».

Vehículos que se estacionan en las calles aledañas a las cervecerías –obstruyendo los accesos a los residentes–, aumento en los robos a los automóviles y constantes ruidos son parte de sus quejas. Por eso, instalaron, en diciembre pasado, mesas de trabajo con los locatarios. Sin embargo, no hubo acuerdo. Así, el tema llegó hasta el concejo.

El vocero de los locatarios afirma que, pese a los dichos de los vecinos, ellos asistieron a las reuniones, e incluso, «les dijimos que estábamos haciendo algo por el sector, pues cerramos antes de lo que nos autoriza la ley». Pero no es todo, pues los locatarios afirman que les solicitaron a concejales seguir el modelo de otros sectores y habilitar en las noches una parte de la vereda como aparcaderos, pero «todo eso quedó en nada».

Allan afirma que sólo se enteraron de la resolución por la prensa, y que una vez que sean notificados presentarán acciones legales por considerar que «no es justo que nos quiten las patentes. Para hacerlo, tuvimos que haber cometido alguna falta a la Ley de Alcoholes, y eso no ha ocurrido», afirma.

A su juicio, se trata de una decisión «arbitraria», pues la resolución no afectaría a un local contiguo de las cervecerías y cuyo dueño «es vecino del sector y participa en la junta de vecinos», afirma.

El concejal Francisco Olea dijo que la decisión fue adoptada con el fin de «salvaguardar el carácter integrador de barrio, tranquilo y de calidad de vida del sector». El alcalde Luis Montt no quiso referirse al tema.

Fuente : La Tercera