El martes de esta semana, llegaron hasta el Ministerio del Trabajo un grupo de abogados y economistas expertos en temas laborales para participar en una importante reunión. Ese día, se instauró oficialmente, la mesa técnica que estará encargada de afinar una propuesta para incentivar el uso del teletrabajo por parte de las empresas, medida que el presidente Sebastián Piñera destacó en su reciente discurso del 21 de mayo.

Según fuentes que participaron en la cita, la intención del gobierno es tener listo un proyecto de ley en menos de dos meses para que su ingreso a tramitación parlamentaria se concrete antes de que termine julio.

Durante el encuentro –que contó con la presencia de representantes de empresas que han incorporado el teletrabajo, tales como IBM, Telefónica y Nestlé–, la titular de la cartera, Camila Merino, hizo una presentación respecto de esta modalidad de empleo en Chile y la legislación que existe.

Debate

En el país, la Ley N° 19.759 de 2001 incorporó esta figura y la definió como «aquellos que prestan sus servicios preferentemente fuera del lugar o sitio de funcionamiento de la empresa, mediante la utilización de medios informáticos o telecomunicaciones».

En cuanto a su regulación, el mismo texto legal sólo considera una excepción al límite de jornada ordinaria de trabajo de 45 horas. En este aspecto, existen cuestionamientos que se refieren a si es o no un trabajo con subordinación y dependencia, lo que –según explica la misma fuente– también está incorporado en el debate que tendrá la mesa. Este análisis, está en la cuenta sectorial del Ministerio de Hacienda donde se señala qué «ley prohíbe exigir a los teletrabajadores cumplir con un horario laboral, ya que mediante el teletrabajo se considera la flexibilidad del trabajador y no la del empleador». Por ello, en el mismo texto se propone desarrollar incentivos, especialmente enfocados en trabajadores jóvenes, mujeres y discapacitados, priorizando los subsidios a las contrataciones existentes.

Otro de los puntos que provoca preocupación, principalmente en el mundo sindical, tiene relación con la calidad de este tipo de empleo y los derechos laborales vinculados al mismo.

Por esto, la instancia también estudiaría fórmulas para reglar, por ejemplo, los procesos de huelga. «Son derechos que no se van a quitar, pero también tiene que quedar claro cómo se podría manifestar el conflicto y su solución», sostiene uno de los integrantes. En donde sí habría cierto nivel de consenso es en la posibilidad de organizarse de los trabajadores. En ese sentido, agrega que si bien «hoy podrían hacerlo, no está muy claro» en la legislación.

De hecho, desde 2006, descansa en el Congreso un proyecto de ley que aborda el teletrabajo. La iniciativa de autoría del senador Carlos Bianchi, busca regular el contrato de teletrabajo especificando a quiénes regirá, quiénes serán excluidos, las cláusulas que necesariamente deberá contener y las obligaciones del teletrabajador.

Sin embargo, según Mauricio Peñaloza, socio de Ernst & Young, hoy es más importante contar con el capital humano y tecnológico que permitan aprovechar esta modalidad de trabajo que modificar la regulación legal. «Es indispensable contar con trabajadores capacitados que puedan administrar eficientemente las herramientas tecnológicas hoy disponibles. Al respecto, las brechas que tenemos en Chile en materia de educación, capacitación y desarrollo, nos muestran que es un gran desafío para los próximos años», argumenta.

Fuente : El Diario Financiero