Un leve repunte experimentó la confianza de los consumidores chilenos en abril pasado, tras la fuerte caída que registró en marzo como consecuencia del terremoto que afectó al país.

Esto, según el índice de Percepción de la Economía (IPEC) –que elabora mensualmente Adimark GfK–, que en el cuarto mes del año marcó 48,3 puntos de un máximo de 100, en donde los 50 unidades marcan el límite entre las expectativas positivas y negativas de los consumidores.

Son 1,8 puntos más que marzo pasado (mes en que el IPEC evidenció una caída de 10 puntos respecto a febrero), por lo que aún el indicador se ubica por debajo del límite del optimismo.

«Si bien es pronto para dar cuenta de una tendencia, la cifra insinúa una tímida recuperación en la confianza, a pesar de que la sensación de inestabilidad e incertidumbre persiste en los ciudadanos–consumidores luego de los eventos del 27 de febrero pasado. La confianza continúa muy por debajo de los niveles preterremoto», dice el presidente de Adimark GfK, Roberto Méndez.

Y agrega: «La leve alza en la confianza se puede explicar, en parte, como un rebote respecto a la negativa perspectiva que se produjo en marzo. Sin embargo, se confirma la percepción que el efecto de la catástrofe está siendo más duradero en el ánimo de los chilenos».

La visión es compartida por el economista de la U. San Sebastián Erik Haindl. «Es lógico que las expectativas sean malas, pero yo creo que ya hacia el segundo semestre la economía debería acelerar una vez que la reconstrucción avance y en ese caso debería mejorar la confianza», sostuvo el experto.

El indicador de «perspectivas de empleo» anotó un registro de 52,4 puntos. Si bien se mantiene sobre niveles de optimismo, disminuyó 1,1 puntos en la actual medición respecto a marzo pasado, lo que dejaría en evidencia la incertidumbre y preocupación de los consumidores frente a la situación laboral de los próximos meses, sostiene Roberto Méndez.

Las expectativas inflacionarias no tuvieron variación respecto de marzo, ubicándose en 49%. Cifra aún alta, y por cierto mayor que lo observado previo al terremoto.

Fuente : El Mercurio