Mientras el rubro lechero realiza reuniones e intensas gestiones para solicitar la aplicación de salvaguardias a productos lácteos importados desde Argentina y Uruguay, defendiendo así sus intereses, el rubro cárnico hace lo propio, intentando también mejorar las condiciones de un negocio que se ha visto desmejorado durante los últimos años.

Fue así como el sector en pleno se reunió ayer en Osorno para discutir el complejo momento por el que pasa el negocio hoy en día, en la denominada «Reunión Nacional de la Carne Bovina». Una cita inédita, que congregó tanto a representantes de las industrias procesadoras como a los productores y ferias de ganado.

Y es que, hasta el momento, el sector había permanecido paciente y disgregado frente al mal instante que lo aqueja (matizado por una importante disminución de la masa ganadera, 9% en los dos últimos años; la importación de carnes extranjeras; los bajos precios del producto; y poca rentabilidad), por lo cual era necesario salir de aquel letargo y literalmente «tomar al toro por las astas». Y qué mejor que en la Región de Los Lagos, zona ganadera por excelencia, que de hecho concentra el mayor número de cabezas de ganado bovino, con 1 millón 58 mil 210 animales, lo cual representa un 27,9% del total de bovinos y 45,7% del total nacional de vacas lecheras (222 mil 280 animales).

Así, entre los gremios y asociaciones que asistieron a la «cumbre cárnica», efectuada en el recinto de exposiciones Sago, se cuenta a la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), la Federación de la Carne (Fedecarne), la Corporación de la Carne (Corpcarne), la Asociación Gremial de Plantas Faenadoras Frigoríficas de Carnes de Chile (Faenacar), la Asociación de Ferias Ganaderas de Chile (Afech), la Federación de Productores de Leche (Fedeleche) y los dueños de casa, la Federación de Agricultores (Fedagro) y la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago). Todos representados por sus más altos directivos y ejecutivos.

«Vinieron casi todos los actores que participan en la cadena de la carne, lo cual fue importante para lograr acuerdos. Sólo faltaron los representantes de la Asociación Chilena de las Carnes (Achic) y los pequeños productores, que en todo caso fueron invitados. Pero esperamos contar con ellos en el futuro», indica de entrada Tomás Erber, timonel de Sago y uno de los organizadores.

Prioridades

En la jornada se discutieron diversos aspectos considerados como prioritarios para reimpulsar al sector, tales como la necesidad de que opere la Comisión de Distorsiones en casos de importación de carne subsidiada; privatizar el sistema de trazabilidad; la necesidad de abordar con seriedad los problemas de abigeato y perros vagos, que afectan a los predios ganaderos de todo el país; el programa de recuperación de suelos y la necesidad de definir una estrategia de las industrias acerca de qué producto necesitan, entre otros acápites.

No obstante, el punto que más concitó el interés de los asistentes fue la disminución de la masa ganadera, un tema que a juicio de los productores e industriales debe ser abordado a nivel nacional por las autoridades del agro.

«Así como se han fomentado las plantaciones forestales en los últimos 30 años, debe existir un impulso similar para el rubro cárnico. Sabemos que entre los censos de 1997 y 2007 se perdió un 9,2% de la masa ganadera del país, lo cual es grave. Por eso debemos revertir este fenómeno a la brevedad», explica José Antonio Alcázar, gerente de Sago.

Pero además de ello, se abordó la falta de rentabilidad que caracteriza al negocio por estos días, lo cual es un desinsentivo para que muchos productores se dediquen a la crianza de ganado bovino.

«La rentabilidad del sector en su conjunto es muy mala. Hay una evidente pérdida de ganado. Y lo claro es que si alguien se retira de este negocio no es porque sea bueno, sino todo lo contrario. Y por lo tanto algo pasa. En el caso de las plantas faenadoras, éstas han disminuido sus procesos en un 30% durante este año, provocándose una capacidad ociosa bastante alta. Además, nos afecta la baja del dólar, pocas cuotas de exportación, entre otros problemas», especificó Horacio Burgos, de Faenacarne, como una manera de explicar que el mal momento afecta a todos por igual.

Una situación que es corroborada por el presidente de Agrollanquihue, Eduardo Schwerter, quien recalca que los costos de las exigencias de sanidad que se piden a los productores no se reflejan en el precio final del producto.

«Todo se traduce en la falta de rentabilidad. Hoy podemos tener muchos argumentos para mejorar al rubro, pero es necesario lograr mayor rentabilidad. Ello claramente constituye un desinsentivo para los productores. Si eso se revierte, se mejorará ciertamente el volumen de la masa ganadera», dijo.

acuerdos

Lógicamente, en el cónclave se lograron acuerdos de trabajo para el mediano plazo, tendientes a unificar al rubro.

De esta forma, entre los puntos de consenso de la reunión se determinó crear un comité de la carne que opere al alero de la SNA, y mediante el cual se canalice el trabajo del sector.

«La idea es que este comité se reúna con frecuencia a trabajar y que en el futuro nos permita crear una Confederación de la Carne. La idea es que de aquí al 24 de agosto se tenga claridad de quiénes integrarán esta mesa de trabajo», señalaron los asistentes.

«El objetivo es tener metas comunes, juntarnos, ordenarnos y coordinar nuestra labor en todo lo relacionado al negocio de la carne. Estamos pasando por una situación de pérdida de ganado, que esperamos sea coyuntural. Empezaremos con un comité, en el cual participarán todos los actores de la cadena», sostuvo Luis Mayol, presidente de la SNA.

En tanto, también se acordó que los aspectos técnicos de la cadena de la carne serán manejados de ahora en adelante por la Corporación de la Carne. «Lo importante es que dejemos de trabajar atomizados. La tendencia mundial es a la unificación de los rubros productivos», concluyeron.

Fuente : El Diario Austral –Osorno