Una fuerte baja en los ingresos de agricultores tradicionales y exportadores por la caída en los precios internacionales y el dólar; «cero» capital de trabajo que redujo a la mitad la intención de siembra para la próxima temporada; alta morosidad –que supera al 60% del sector– con el sistema financiero y la aparición de los primeros remates de predios. Estas son algunas manifestaciones de la crisis que acusan agricultores de la zona de Linares y que los impulsaron a organizar un masivo acto este viernes en esa ciudad de la VII Región. Afirman que esta convocatoria alcanzó carácter nacional y ya han adherido 25 organizaciones de todo el país y unas 3.000 personas, con lo cual sería la mayor protesta del agro desde los trigueros en Chillán a comienzos de año.

«A diferencia de otros sectores como el inmobiliario y el salmonero, no hemos tenido ni un atisbo de ayuda del gobierno. El principal objetivo que esta asamblea de carácter nacional, pero pacífica, es definir una agenda de trabajo para solucionar en forma rápida el impacto del tipo de cambio, el desempleo y el endeudamiento. Partimos como algo provincial, pero la gente a nivel nacional se fue sumando espontáneamente» indicó el presidente de los Agricultores de Linares, Ferenc Massow .

En el acto intervendrán el presidente del Consorcio Agrícola del Sur (CAS), Fernando Serrano, –líder de la protesta de los trigueros–, y los titulares de la Asociación de Exportadores, Ronald Bown y la Federación Nacional de Remolacha, Jorge Guzmán . Pedirán a la autoridad que «deje de intervenir el dólar a la baja»; que asuma la defensa de los precios de los granos «estratégicos» con un poder de compra a través de Cotrisa «que compre cuando corresponde y al mismo precio de importación», y reestablezca el acceso al crédito para evitar el desempleo que anticipa «la caída en las intenciones de siembra, que han bajaron 50% en el trigo».

Mientras Bown sostuvo que la crisis afecta tanto a la agricultura tradicional –fundamentalmente trigo, maíz, y remolacha, al igual que lechería– y a la fruticultura de exportación, Massow indicó que en este último rubro el escenario se ha visto agravado «porque arrastran precios muy deprimidos desde hace 24 meses que se agravaron con el tipo de cambio».

Acusó que ya se han producido los primeros remates de propiedades «a precios ridículamente bajos; por ejemplo, una parcela de doce hectáreas a un valor comercial de $ 35 millones, terminó liquidándose en $ 11 millones, por una deuda de $ 1 millón».

«Entre 60% a 70% de los 20 mil productores de Linares tiene deudas impagas con pérdidas promedio de $ 570 mil por há. Hoy con la crisis estamos lejos de ser una potencia agroalimentaria», puntualizó.

Fuente : La Segunda