US$10 millones dejarían de circular en la zona por baja en precio de la leche
De nada sirvieron las peticiones efectuadas hace unos días por la Asociación de Productores de Leche (Aproleche) a las industrias procesadoras, en el sentido de mantener las pautas de pago por litro de leche, como una forma de «dar una mano» a los productores nacionales que en estos momentos se encuentran pasando por momentos difíciles.
Ayer se confirmó en el sector que las empresas Soprole y Nestlé anunciaron a sus productores que a contar de agosto y septiembre, respectivamente, se generarán bajas en las pautas de pago.
Específicamente, en el caso de Nestlé se trataría del retiro del aumento de $10 pesos aplicado en mayo (medida que se adoptó como una forma de aliviar en parte el complejo momento de rentabilidad por el que cruzaban los agricultores), y una merma de 15 pesos por litro a la producción excedente que se genere por sobre el promedio mensual (aumento de producción respecto del promedio de los meses de mayo, junio, julio y agosto).
Y Soprole, si bien anunció una baja en el precio a productor a contar de septiembre, no especificó montos.
De todas formas, medidas que remecen al sector, generando pesadumbre entre los productores.
«Lamentamos que Nestlé haya tomado esta decisión, por lo cual esperamos sostener una conversar con ellos para saber más detalles acerca de la medida», indicó ayer el presidente de la Federación de Productores de Leche (Fedeleche), Dieter Konow.
Si bien por el momento sólo dos industrias han dado cuenta de una baja, sólo es cuestión de tiempo para que las demás plantas del país y la zona hagan lo mismo. Un efecto dominó que homologará las pautas de pago.
«Esta baja será un efecto en escala que otras industrias replicarán. Por eso es urgente que el Gobierno adopte medidas concretas», señaló Michel Junod, gerente de Aproleche Osorno.
Según cálculos de expertos, la caída en la pauta de precios generaría un déficit estimativo de 10 millones de dólares (5 mil 300 millones de pesos) en la zona durante la siguiente temporada de lactancia.
Y el menor circulante repercutirá en el comercio, servicios y en general puede afectar a todo el encadenamiento productivo que funciona al alero de la agrolechería.
Al intentar comunicarnos con la gerencia de Nestlé para obtener más detalles acerca del anuncio, ejecutivos de la firma declinaron referirse al tema.
industrias
Pero estas bajas son sólo un síntoma más de la enfermedad que aqueja al sector lechero nacional.
La baja del dólar, la crisis internacional y la disminución en el consumo de productos lácteos por parte de algunos países asiáticos (a causa de las intoxicaciones por leche contaminada con melanina), han hecho decaer el precio de los lácteos en todo el orbe.
Por estos días, productores en diversas partes del planeta, incluido Nueva Zelanda, la capital de la producción lechera mundial, han solicitado a sus respectivos gobiernos mayores medidas proteccionistas para hacer frente a la baja.
En Chile, la situación ha provocado estragos en la industria nacional, especialmente en aquellas plantas monoproductoras, que simplemente han perdido competitividad en el concierto internacional.
En la zona, la situación de las plantas queseras da cuenta de que algo anda mal. De hecho, Lácteos Frutillar –una de las más afectadas actualmente– cesó hace unos días completamente su producción.
Pero no sería la única. Otra industria osornina se encontraría evaluando la forma en que continuará operando durante los próximos meses: si reducir sus faenas o aliarse con otra empresa más grande.
Y Surlat (firma en la cual tienen participación productores osorninos a a través de Lácteos Patagonia) se encuentra luchando «a toda máquina» para sortear el escenario actual.
Según señaló Eugen Roth, presidente ejecutivo de Surlat, el grupo está afirmando su situación con éxito, a pesar de las adversidades.
«Hemos efectuado una ampliación de capital e inaugurado una nueva planta quesera en Loncoche, de manera que contamos con nuevas capacidades instaladas. En paralelo, estamos adoptando medidas técnicas, comerciales y financieras que apuntan a preparar la recepción de primavera y la comercialización de productos», dijo.
No obstante, una de las amenazas más graves y que podría tener efectos nefastos en todo el sector, es la importación de productos lácteos subsidiados, principalmente desde Argentina y Uruguay.
De acuerdo a la Asociación de Productores de Queso (Aproqueso), el valor en que hoy en día las industrias nacionales transan el kilo de queso gouda asciende a 2.100 pesos, cifra que contrasta con el precio de ingreso del mismo producto importado: $1.300.
«Actualmente existe una brecha de 800 pesos entre la importación y el precio del mercado interno. Ello obliga a las plantas a vender más barato, lo cual lógicamente genera un daño. Pese a todo, de alguna forma todavía existe un relativo equilibrio. Pero en primavera el problema se acrecentará, debido al mayor volumen de producción de leche, el cual no alcanza a ser absorbido por el mercado interno. Por eso las plantas están avisando de ante mano a sus productores cómo se viene el panorama para el siguiente periodo», explica Alfredo Albarrán, secretario de Aproqueso.
–¿Qué medidas han tomado las plantas, se han generado despidos?
–Alfredo Albarrán: No, porque esa no es la solución. No sacan nada con despedir a los trabajadores, ya que el principal ítem es la leche que se compra. En este negocio no hay términos medios, es vivir o morir. Así de simple.
salvaguardias
Tal situación ha generado que tanto los productores como la industria se unan para solicitar a las autoridades del agro medidas que puedan ayudar a frenar la distorsión que provocan en el mercado interno los productos lácteos subsidiados.
«A nivel mundial, los países consumen más producción láctea de lo que transan, por lo cual es importante proteger al mercado interno. Y eso es justamente lo que deben hacer las autoridades chilenas a través de la implementación de salvaguardias, que son sobretasas arancelarias que contrarrestan el ingreso de productos lácteos subsidiados», agrega Michel Junod, de Aproleche.
Una opinión similar tiene Eugen Roth, de Surlat, quien efectivamente cree que la comisión de distorsiones y el Gobierno deben aplicar su buen criterio para contrarrestar posibles efectos de competencia desleal proveniente del exterior. «Todos los países lo hacen y Chile deberá igualmente analizar las medidas legítimas que podría adoptar, reaccionando oportunamente. Fedeleche y la industria están presentando los antecedentes para ello», sostuvo.
«Estamos trabajando por el tema de las salvaguardias y la verdad es que hemos encontrado una acogida positiva por parte de las autoridades. Ahora las conversaciones serán con el Ministerio de Economía», añadió Albarrán.
En tanto, este jueves se realizará una nueva reunión en Osorno, la que congregará a los gremios y a representantes de la industria, precisamente para delinear las acciones a seguir en la petición de las salvaguardias.
Fuente : El Diario Austral –Osorno