SI BIEN era esperado que el Banco Central ajustara sus proyecciones para este 2014 y el 2015, la magnitud de los anuncios de su presidente, Rodrigo Vergara, sorprendió al mercado. De acuerdo con lo informado en el IPoM, el crecimiento de la economía chilena en el presente año se ubicará en el rango 1,75%/2,25%, lo que en su punto medio equivale a un punto porcentual menos de lo estimado en el informe de junio pasado, cuando el rango estaba en 2,5%/3,5%.

En cuanto a la inflación, el ente monetario reconoció que esta se mantendrá en valores por sobre el 4% durante todo lo que resta de 2014 (4,1% a diciembre), aún afectada por las altas variaciones mensuales de comienzos de año y los efectos directos de la depreciación reciente del peso. Además, el Central dejó claro que mantendrá un sesgo expansivo en los meses que vienen, apuntando a que la TPM seguiría una trayectoria como la que espera el mercado, esta es de 3% a diciembre de este año, sin descartar incluso recortes adicionales.

Sin embargo, Vergara quiso advertir que la política monetaria ya hizo gran parte del margen de acción que tenía durante el presente ejercicio, pero que de aquí en más no es mucho lo que podrá aportar a la recuperación económica. Hacia el final de su presentación Vergara hizo un análisis de la contingencia que sorprendió a muchos:

«La fuerte reducción del crecimiento es, sin duda, una noticia preocupante, que debe mover a todos los actores políticos y económicos a redoblar los esfuerzos para devolver el dinamismo de la economía. Especialmente, considerando que, como es nuestro convencimiento, Chile tiene todas las herramientas para lograr un mayor crecimiento y mejorar así el bienestar de sus habitantes».

En esta línea, Vergara dijo que es evidente que el deterioro generalizado de las expectativas del sector privado juega un rol relevante en la profundización de la desaceleración económica. Por ello, hizo un llamado a fortalecer la política de acuerdos para evitar incertidumbres en el mercado y la población. Las correcciones en las estimaciones del Central no son más que un reflejo de todas los sucesivos ajustes que han hecho para el crecimiento de 2014 y 2015 los diferentes agentes del mercado.

Sin ir más lejos, si retrocedemos a enero de este año, vemos que el promedio de las proyecciones de crecimiento se situaban en 4%, mientras que hoy prácticamente no superan el 2% para el cierre del año. Al respecto, tal como se ha señalado desde los diferentes sectores, el gran trabajo que hoy tiene el gobierno por delante es recomponer las confianzas y relaciones con el sector privado.

Pero para esto, también se debe ser consecuente. No se puede pedir la colaboración del sector privado si se sigue impulsando una agenda político–económica como la que hoy está presente: reforma tributaria, cuestionamientos al sistema de salud y de pensiones, Sernac, etcétera. El Ejecutivo no puede ser solo un impulsor de agendas y promesas de campaña, sino que debe velar por los consensos y el crecimiento sostenible del país.

Fuente : Pulso