Chile tiene uno de los combustibles más caros de América Latina, pero cercano a media mundial
Cada semana el bolsillo de los chilenos tiembla. Y aunque este jueves las gasolinas dieron un respiro al bajar por primera vez después de dos meses de alzas, los consumidores siguen con la sensación de que los combustibles tienen un alto precio. Y no se equivocan del todo, porque en América Latina, la gasolina de Chile es la segunda más cara, después de Uruguay. Con el dinero que un chileno destina a llenar el tanque del auto, en Ecuador se llenan dos vehículos y en Venezuela, más de 70.
Pero a nivel mundial, las gasolinas chilenas se acercan al promedio global, que es de US$ 1,41 por litro, según datos del Banco Mundial. En nuestro país asciende a US$ 1,56 ($860 al tipo de cambio actual).
Los combustibles pesan tanto a nivel industrial como del consumidor final. Sin ir más lejos, su alza en el verano y el consiguiente impacto en el transporte hicieron que este ítem fuese el que más incidiera en el alza de 0,5% que tuvo el IPC de febrero.
¿Por qué Chile tiene un combustible caro en relación con el resto de América Latina? Buena parte del precio final se debe a los impuestos que paga, así como los costos de refinación y transporte, que suben cuando las naciones no producen hidrocarburos y deben importarlos, explica el analista de NRG Expert, Edgar van der Meer.
En Chile la tasa del impuesto para los combustibles es de 1,5 UTM por metro cúbico para el petróleo diésel y de seis UTM por metro cúbico para la gasolina automotriz. En otros términos, son $242 por litro en el caso de las gasolinas y $62 por litro de diésel, explica la economista jefe de Econsult, Michelle Labbé.
Esta es una gran caja para el fisco. Cálculos de empresas del sector señalan que por la venta de bencinas a las arcas fiscales llegan US$ 1.307,0 millones al mes, mientras que por la comercialización de diésel, otros US$ 326,7 millones mensuales.
Entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Italia y Reino Unido son los que tienen mayores gravámenes para sus bencinas; y Estados Unidos y Canadá es donde los impuestos son menores, según datos de gasolinas premium a febrero de este año recopilados por Enap y la Agencia Internacional de Energía (EIA).
Eso explica por qué en Estados Unidos la bencina cuesta menos de un dólar mientras que en Chile es casi el doble. Esta diferencia de precios también radica en que el estadounidense es un mercado altamente competitivo, con gran cantidad de actores en producción, refinación y comercialización, y en donde además se producen hidrocarburos, detalla Jaime Brito, de Argus Media.
Si se le resta el impuesto, las cifras indican que los precios de los combustibles en Chile y los países desarrollados no productores de petróleo son muy similares, bordando los 80 centavos de dólar, es decir, cercano a los $400 por litro de bencina,
Noruega, un país petrolero con la gasolina más cara
Noruega lidera junto a Turquía el ranking mundial de combustibles más caros y ello se debe a su elevada carga impositiva, explica Edgar van der Meer. Al tipo de cambio actual, un litro de bencina cuesta $1.400.
En el caso del país nórdico, sus altos precios destacan por ser, además, un productor petrolero gracias a la industria instalada en el Atlántico Norte. Y a diferencia de lo que hacen otros productores de crudo, Noruega ha optado por no subsidiar la gasolina y, antes bien, imponerle gravámenes con fines sociales y ambientales. Gran parte de los réditos del petróleo se van al fondo soberano de ese país, administrado por el Norges Bank Investment Management, que acumula US$ 836 mil millones y es el mayor del mundo.
No es el único país petrolero con gasolinas caras. El Reino Unido también tiene acceso a los campos de petróleo en el Atlántico Norte y sus bencinas están en las cinco más caras del mundo, lo mismo que Italia que, aunque no tiene «oro negro» en la península itálica, tiene fuertes lazos corporativos con Libia, donde la estatal Eni es la principal productora en ese país árabe.
Venezuela, donde la gasolina es más barata que el agua
El equivalente a $12 por litro cuesta la bencina en Venezuela. Así, llenar un tanque de combustible sale más barato que comprar un agua mineral embotellada o tomarse un «marroncito», una pequeña taza de café con un toque de leche.
Según explica Jaime Brito, de Angus Media, desde hace más de 15 años que el valor de la gasolina en el país caribeño está congelado, primero por Hugo Chávez y luego por Nicolás Maduro.
La AIE calcula que los subsidios le costaron a Venezuela US$ 27 mil millones solo en 2011, una cifra que refleja las ganancias perdidas por no vender el combustible al precio del mercado. Eso equivale a 8,6% del PIB. El gasto del gobierno venezolano en salud fue de apenas de 3,25% del PIB ese año, y el de educación, de 5,1%.
Fuente : El Mercurio