La guerra cibernética o ciberguerra ya está aquí. Los ataques que en Corea del Sur afectaron a bancos y canales de televisión son el ejemplo más reciente, pero en los últimos dos años los casos suman decenas.

«En un mundo más globalizado todos los países se vuelven vulnerables a este tipo de ataques. En el pasado los conflictos típicos eran con los países vecinos, pero en un mundo como el que estamos, el ataque o robo de información puede hacerse desde cualquier país», advierte Juliana Salazar, directora de Ventas SOLA (South of Latin America) de McAfee.

«El mayor riesgo se presenta a nivel de infraestructuras críticas, como el sistema bancario, agua potable, energía eléctrica, hospitales, sistemas de seguridad, entre otros», sostiene el analista de la empresa antivirus Kaspersky, Dmitry Bestuzhev. Este tipo de ataques golpean directamente al ciudadano, como ha ocurrido en Corea del Sur.

El punto es que hoy en día muchos procesos se pueden manejar desde internet, como los de plantas eléctricas, aviones o represas. «Los gobiernos han empezado a entender que ya no se trata solo de asegurar la tierra, el aire y el mar, sino también el ciberespacio», señala Salazar.

Un equipo de respuesta

Según reconocen fuentes vinculadas a la defensa nacional, al menos hace trece años que las Fuerzas Armadas han tomado en cuenta el potencial escenario de ciberguerra. Mientras algunas ramas han desarrollado para sus operaciones redes completamente aisladas de internet, otras están conectadas a ella, pero con estrictas medidas de protección de por medio.

Otras estrategias son materia de seguridad nacional.

Cristian Barría, académico de seguridad informática de la Universidad Mayor, detalla que el Gobierno, en sus respectivos organismos encargados de la seguridad tanto externa como interna, cuenta con un CSIRT (equipo de respuesta ante incidentes de seguridad informática), cuyo objetivo es preservar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información.

En todo caso el especialista reconoce que Chile ya ha sufrido ataques de ciberguerra, efectuados por movimientos «hacktivistas» tales como Anonymous o Lulzsec, los que han vulnerado los sistemas de seguridad tanto a nivel de entidades de Gobierno como de empresas privadas y personas naturales. «Lo que queda por evaluar es si la información involucrada era de carácter secreto o confidencial, o simplemente fueron sucesos que atentan contra la imagen corporativa de las entidades afectadas», dice.

Ronny Fredes, corporate account manager de Citrix, empresa que ofrece servicios de seguridad informática a empresas como Falabella, Movistar y varios bancos, dice que cada día es más común escuchar de este tipo de problemas. «Esto ya es una realidad no comentada. A los clientes no les gusta hacer público que están sufriendo ataques constantes de entes externos, ya sean personas o empresas que están tratando de hackear y entrar a sus redes o de botarlas o publicar cosas inapropiadas».

Cuenta que el mismo jueves, durante una reunión en una institución de Gobierno, se lo comentaron. «Me contaron que están recibiendo prácticamente todas las semanas ataques a su página web y que han tratado de botarla o de entrar».

El principal foco por ahora es hacer daño por el simple gusto de hacerlo o por protesta. «No hay un ataque de agresión de tipo estratégico, conocido por lo menos», señala Fredes.

Fuente : El Mercurio