Para aprovechar las liquidaciones del verano, Andrea Canela, diseñadora de 27 años, no se da la lata de andar cargada como «Ekeko» con bolsas plásticas bajo el rico sol de marzo. Andrea es más previsora y menos compulsiva. Cuando tiene un rato libre se mete a internet y le echa un ojo a las ofertas de temporada que tienen las tiendas europeas y gringas. Compra con su tarjeta de crédito, espera un par de semanas y recibe en su casa las pilchas, a menor precio que en Chile y sin arriesgar un cáncer a la piel, por cierto.

«Yo compró en Londres y en ciudades de Estados Unidos, cosas exclusivas con diseños que no hay en Chile y baratas», cuenta.

Esta semana, por ejemplo, en la tienda inglesa Asos (ver recuadro), una parka Tommy Hilfiger de hombre costaba $ 75.000, la misma que en el retail chileno cuesta $ 120.000; un jeans de mujer de la misma marca estaba a $ 18.000 y en Chile cuesta $ 40.000, ambos puestos en Chile, ya que la tienda no cobra el transporte.

«Una puede encontrar descuentos de hasta 70% en las liquidaciones de temporada respecto de Chile, pero hay que fijarse en que el shipping (transporte) sea gratis. De no ser así, ese descuento baja, pero no queda a menos de un 30%», cuenta Antonia Ceballos, estudiante de ingeniería de 19 años, asidua a las liquidaciones on line.

Además del money, hay un dato tanto o más importante cuando hablamos de moda femenina. Por efecto de la contraestación de los hemisferios, la ropa que gringos y europeos liquidan es la que se va a usar en la temporada que está comenzando en Chile. Ahora, por ejemplo, se puede comprar la vestimenta de invierno.

El malabar comercial permite sacarle pica a la competencia, con pedanteos tales como «esto es lo que se usó en Barcelona» o «en París se llevaba mucho este impermeable», o sea…

La finta a los precios del retail chileno cada vez agarra más vuelo.

«La ropa es la categoría que más envíos nos demanda y abarca más menos un 28% de lo que transportamos, incluso más que la tecnología, que está en el segundo lugar», cuenta Johanna Olivares, subgerenta de márketing de la empresa de courrier eshopex.

El universo de productos es tan amplio como las necesidades de vestimenta y va desde accesorios hasta zapatos, ropa interior o lo que sea. Un dato importante son los volúmenes que se compran, por los precios de las empresas de courriers.

«En cuanto al volumen lo mejor es hacer pedidos más chicos como de 50 dólares. En todo caso hay algunas tiendas que mandan las cosas así, por grupos pequeños para evitar los cobros de aduana», cuenta Araceli Peredo, otra compradora de la red.

Fuente : Las Últimas Noticias