Retail español busca sobrevivir ante el desplome en el gasto
MÁS QUE EN LAS NOTICIAS, las declaraciones de los líderes y los estudios al respecto, donde más se siente la crisis europea es en el día a día. Quienes viven en España califican la situación actual de «fatal», pues se han visto forzados a generar cambios en sus hábitos de vida y reducir el presupuesto familiar. Las casas comerciales y los restaurantes son algunos de los comercios que han sentido la modificación en las prioridades de consumo de los españoles, por lo que algunas empresas han optado por potenciar el consumo de los turistas a través de descuentos especiales y estrategias de atención personalizada.
Un ejemplo de esto es la reconocida tienda española El Corte Ingles, que ofrece un 10% de descuento –en sus departamentos de vestuario, de–portes, zapatería, accesorios, entre otros– a extranjeros.
El descuento se obtiene mediante una tarjeta personalizada que tiene una duración de siete días, y que se puede solicitar con un límite de siete veces al año, además del servicio Tax Free que implica la devolución del 11% de la venta.
Esto significa que una persona puede comprar en El Corte Inglés zapa–tos por menos de 30 euros, lentes de sol por 80 euros y chaquetas de piel bajo los 50 euros. Una realidad que está muy lejos de lo que significaba entrar hace tres años a esta tienda que destaca por su calidad, exclusividad y, por ende, altos precios. Otras de las medidas que se han adoptado es aumentar el número de vendedores con manejo de distintos idiomas, que llevan una chapa de las banderas correspondientes a la lengua que hablan, por lo que no es extraño escuchar vendedores atendiendo en ruso o chino.
Julián Luis, ex presidente del comité de empresa de la Universidad Autónoma de Barcelona cuenta: «en el terreno económico, los ingresos en el seno familiar se han reducido en 25% como consecuencia de los recortes salariales y la congelación de mi pensión. Por contrapartida, los gastos se han incrementado por la subida de los productos de consumo, así como los impuestos. Por lo tanto, se ha hecho necesario ajustar el presupuesto familiar, sacrificando el gasto en combustible, ropa, viajes, cine, libros, teatro, y todos aquellos productos que pensamos que no son de primera necesidad».
Restaurantes y comida rápida Las Ramblas, una característica de Barcelona que ofrece restaurantes de primera calidad, hoy es amenazada por los locales de comida rápida que por apenas un euro permiten acceder a una variedad de alimentos que los turistas y ciudadanos españoles muchas veces prefieren por sobre los costosos menú.
De esta manera, no es extraño ver totalmente copados este tipo de lo–cales, al revés de los restaurantes de mantel largo. Esta situación no alcanza a las zonas más turísticas, sino que también en sectores aledaños a la ciudad.
Alejandro García, director de tres lo–cales nocturnos de Sant Cugat, explica: «en el sector de la hostelería esta crisis ha afectado mucho, ya que cuando falta dinero lo primero en que se deja de gastar es en ocio. Por ende, si no hay clientes, no hay facturación. Un local que en enero del 2011 factu–ró 35.000 euros, este enero ha facturado 20.000 euros. Esta es la realidad de la baja. Hemos tomado las medidas que se adoptan en cualquier economía de guerra, es decir, intentar gastar lo mínimo, tener solo el personal necesario y su coste lo más bajo posible y buscar alternativas que no signifiquen gastos para au–mentar la clientela».
Fuente : Pulso